Mystic Lovers

Día 6 (11:20 AM)

(707 PV)

Estamos en el apartamento de Jumin. Mili no deja de dar vueltas de un lado para otro del espacioso salón, después de lo que Airi nos contó. Spinel está tranquilo, arropado encima del sofá, mientras yo no puedo dejar de mirar a la chica que me quita el aliento. Tiene una mano sobre su pecho, mientras que la otra la tiene sobre sus labios, jugando con ellos con cierto nerviosismo. Me fijo en cada uno de los detalles. Cómo sus gafas están ligeramente caídas sobre su nariz; cómo su pelo ondea a cada paso que da; cómo su falda se levanta levemente con cada movimiento... mi rostro se sonroja al darme cuenta de ese último detalle, y aparto la vista, nervioso.

-¿Se sabe algo de Jumin?-oigo a Mili preguntar abruptamente.

-No, ¿quieres que le llame?

-Por favor...

Cojo el teléfono, y llamo a Jumin.

-¿Seven?-Jumin suena agitado.

-Jumin, ¿dónde estás? Estamos en tu apartamento...

-Lo sé, pero me ha surgido algo de última hora, ¿no visteis que la Asistente Kang tiene a Elizabeth III?

-Sí, y nos dejó claro que esperaba no tener que cuidar de Spinel también.-digo, tratando de aguantar la risa.

-Hm. Tardaré un rato en llegar, ¿os importa esperar en el apartamento? Sentíos como en vuestra casa.

-Pero...

-No tengo tiempo, os veo en un rato.

Cuelga, sin darme tiempo a replicar. Veo a Mili parada frente a mí, con una pierna frente a la otra, mirando desde arriba mi teléfono al colgar. Su pelo cae sobre nosotros, desprendiendo un aroma a jazmines que me vuelve loco.

-¿Qué dijo?

-Dijo que teníamos que esperar, que nos pusíesemos cómodos.-respondo, inhalando suavemente su perfume.

-Oh...

Se recompone, y observa los alrededores. Ve el gran ventanal que conduce a la terraza y se asoma.

-¿Cuánto crees que tardará?-me pregunta.

-No me lo dijo, me dijo simplemente que se tuvo que ir por una urgencia y que esperásemos. Así que siéntate.-le pido, haciendo gestos con mi mano, en el sitio junto a mí en el sofá.

Veo cierta duda en su mirada. ¿Está nerviosa?

-¿Qué te ocurre, preciosa?

Parpadea, claramente confusa.

-No lo sé. Tengo mil cosas en mi cabeza ahora mismo, Luciel...

Sólo el hecho de que pronuncie mi nombre de esa manera... hace que sienta ternura y excitación. Trato de calmarme, por ella, y le insisto.

-Cuéntame, ¿estás preocupada por Airi?

-Aparte.-dice, asintiendo-. Todo lo que ha pasado en estos días... ha sido todo como un huracán... me ha dejado descolocada.

-¿Piensas en lo de Yoosung?-murmuro.

La veo asentir. ¿Quizá se arrepienta... de estar conmigo? No, Dios, no me hagas esto...

-¿Te arrepientes de sentir algo por mí, Mili?

-¡¡¿¿QUÉ??!! ¡NO!-chilla, agitando las manos-. No me arrepiento, Luciel... es simplemente que lo que ha ocurrido... el hecho de que acabases aceptando lo que siento, y que Yoosung viniera hasta el apartamento a decírmelo, junto con lo de esa persona rondando los apartamentos, más el estrés de la fiesta, y el miedo que siento ahora por Airi... me están superando. Son... son muchas cosas en mente, lo siento.