Mystic Lovers

Día 8 (10:20 AM)

(Airi ha entrado a la sala)

Airi: Buenos días Jaehee, ¿cómo estás?

Jaehee: Buenos días Ai-chan, estoy bien, ¿y tú?

Airi: Algo mejor de ánimo.

Jaehee: me alegro :)

Airi: Jaehee, ¿tienes planes para la hora de comer?

Zen: ¿y nuestra salida?

Jaehee: En un principio sólo iba a comer en mi despacho, ¿por qué?

Airi: Por si quieres que comamos juntas para dejarte las entradas para mi actuación. Y Zenny contigo quedé por la tarde, no me cambies los planes.

Jaehee: ^w^ me parece perfecto, al lado de las oficinas del señor Han hay una cafetería muy buena.

Airi: perfecto nos vemos en una hora y media en la cafetería, me mandas la ubicación.

Jaehee: Ahora mismo.

Airi: Zenny, nos vemos a las cuatro y media en la funte de la plaza de los ángeles, ¿te parece bien? ^v^

Zen: Me parece perfecto, mi dulce princesa.

Airi: Jaehee, nos vemos después del ensayo, ¿de acuerdo?

(Airi ha salido de la sala)

Camino tranquilamente con el resto detrás. Sé que Mili ahora está disgustada y no pienso presionarla, pero sé que mis palabras la ayudarán un poco a aclarar su mente. Yo estoy segura que ella ama perdidamente al pelirrojo.

-¿No íbamos a ver a Jaehee?-cuestionó el rubio haciendome resoplar.

-Primero tengo que ir a ensayar, ya que dentro de dos días es la obra. Segundo, tengo que ir a por las entradas de los invitados VIPs, y tercero, dejad de tratarnos como a presas porque ya me estáis tocando las narices; lo que tenga que pasar, va a pasar ahora, mañana, pasado o en cualquier momento, y eso os puedo asegurar que no lo podréis predecir.-le contesté furiosa caminando con firmeza por las calles.

-Airi, vamos en mi coche. No pienso dejar que vayas sola, y mucho menos cuando los que entraron ayer en tu casa son los que te secuestraron hace once años.-me ordenó mi hermano sujetando mi brazo con fuerza.

-Pues fíjate que estoy cerca de mi universidad andando, y no me da la gana de ir en coche, ¿sabes por qué? Porque si me muestro débil, si me muestro con miedo, si muestro que lo que hicieron ayer han conseguido su proposito, les daré el gusto de verme vencida y no me sale de las narices darles ese gusto.-le contesté, soltándome con brusquedad asustando con mi actitud a Mili.

-No te pienso dejar ir sola por la calle, ¿lo entiendes? No pienso dejarles que me arrebanten a mi hermana. Y de la cita de esta tarde ya puedes ir olvidándote, porque cuando termienes de ver a la asistente de Jumin, te vas a quedar bien guardadita en tu casa, al igual que la morena. ¿Te queda claro?-me gritó, haciendo que mi ira creciera haciéndome respirar con fuerza.

-Uno: tú no me mandas. Serás mi hermano, pero no mi dueño. Dos: esa gente no me da miedo, ya no me dan ningún miedo. Tres: sé cuál es mi destino y sé que esa gente es peligrosa. Cuatro: no eres quién para decidir lo que tengo que hacer con mi vida, con quién me veo o con quién deje de verme, ¿te queda claro a tí?-le grité de vuelta echando a correr lejos de ellos.

Necesitaba alejarme de ellos, necesitaba estar sola para calmar mi ira. Todo estaba volviendo a aquel momento despues de mi secuestro. Siendo continuamente controlada por mi familia, mi camino siendo manejado por cualquiera menos por mi, todo el mundo intentando que mi vida fuera controlada por el miedo. No fue hasta que tuve un cuchillo a punto de ser enterrado en mi piel, por mis propias manos, que me di cuenta que mi vida no podia seguir así y no fue hasta ese momento que mi mente decidió no volver a estar en esa situacion nunca más. Sabía que esa gente buscaba matarme para hacerles pagar a mi hermano y a mi padre el haber encerrado a los suyos, sabía perfectamente que si ellos conseguían atraparme, el fin de mi vida iba a ser lo más dolorosa que se puede imaginar, esa gente quería hacer pagar muy caro a mi abuelo el haber acabado con la vida de su lider. Pero estaba hasta las narices que esa gente intentase controlar mi vida con miedo, pero no sabían que esta vez no me pillarían desprevenida, esta vez no les dejaría verme con miedo, eso nunca jamás.