(Airi ha entrado a la sala)
V: Buenos días Airi, ¿cómo te encuentras?
Airi: Agotada mentalmente, pero ya no puedo seguir durmiendo.
Zen: Cariño, siento muchísimo lo que pasó con tus mascotas.
Airi: TuT Aún no me hago a la idea de no tenerlos a mi lado.
Jumin: Juro que arrastraré por el fango a quienes te hicieron esto.
Airi: Chicos, me marcho que voy a preparar el desayuno.
(Airi ha salido a la sala)
Me quedo mirando al techo algo desorientada, pensando en todo lo que había pasado ayer. Una lágrima resbaló por mí mejilla al pensar en cómo termine el día. Sacudí mi rostro de un lado a otro para despejar mi mente.
-Ya no se puede hacer nada, es momento de mirar hacia adelante.-me dije en voz alta sentándome al borde de la cama.
Descalza, caminé hasta el baño sin hacer mucho ruido para no despertar a los demás, con mi móvil en mano. Revisé la hora a la que me tenía que encontrar con mi nuevo jefe y el lugar. Por la mañana, puedo revisar mi antiguo piso para ver qué puedo salvar de mis cosas y qué no. Hoy cuando regresara de trabajar, viviría enfrente de mi mejor amiga.
Abro con cuidado el grifo por el lado del agua fría, y con cuidado limpio mi cara para revitalizar mi sistema. Salgo del baño y me vuelvo a la habitación para buscar en mi maleta algo para ponerme. Me decido por un pantalón corto negro, una camiseta de tirantes blanca y unas sandalias blancas de tacón alto. Dejé los zapatos de lado y una vez vestida salgo con tranquilidad. Al llegar a la cocina de pie ante los fogones me encuentro a Seven removiendo algo en una sartén.
-Deberías descansar un poco más, ayer fue un día duro y lo necesitas.-me comentó sin girarse a mirarme.
-Ya he dormido bastante, ayer me dormí muy pronto y ya llevo más horas de las que suelo dormir.-le expliqué acercándome a la nevera.
-Te comprendo, hoy tenemos que terminar de recoger tus cosas del apartamento para trasladarlas al de enfrente.-me dijo tranquilo girando un poco la cabeza para mirarme.
-Está bien, ya quedan pocas cosas que puedan hacerme falta.-le contesté empezando a trocear las frutas que había sacado de la nevera.
Nuestro trabajo continuó en un silencio pausado que era roto solo por el crepitar de la sartén y el cuchillo cortando las frutas. Me encontraba en ese momento al lado derecho del pelirrojo pasándole los ingredientes que necesitaba.
-Buenos días Ai-chan, ¿cómo te encuentras hoy?-pregunto Yoosung en el marco de la puerta.
-Si te digo que estoy cien por ciento bien estaría mintiendo como una bellaca.-contesté estirándome un poco para mirarle.
-Te aseguro que si llego a pillar al que te hizo eso juro que les hago puré.-menciono Yoosung algo decaído.
-Yoosung, ya no se puede volver a atrás para cambiar ese momento, no tenemos una TARDIS para viajar en el tiempo y poder evitarlo, ni podemos devolver a la vida a aquellos que ya no están por mucho que se haga.-le dije volviendo mi atención a las frutas que estaba cortando.
-Pero...
-Chicos, hay que seguir nuestras vidas sin hacer que gire entorno a malos momentos, hay que saber mirar hacia delante guardando los buenos recuerdos que se pasaron con aquellos que ya no están, además que el tiempo pone a cada persona en su lugar.-les corté sonriendo con delicadeza.
-Voy a ir a vestirme para poder ayudaros con la mudanza.-se excusó el rubio comenzando a caminar.
-Rubiales, si Mili sigue durmiendo no la despiertes, suele costarle dormir bastante cuando no lo hace en su cama habitual.-le pedí sonriendo más abiertamente.

ESTÁS LEYENDO
Mystic Lovers
FanfictionAiri y Mili, dos chicas normales, se ven metidas, sin saber como, en la RFA (Rika's Fundraising Association), cuyo objetivo es recaudar fondos para obras de caridad.