(Mili PV)
La cena estaba hecha, pero mi estómago de pronto se había cerrado. Tanto Seven como Yoosung estaban haciendo sus cosas; Seven aún trataba de hackear el sistema de seguridad, mientras que Yoosung estaba con mi ordenador jugando al LOLOL. Suspiro fuertemente, provocando que ambos me dediquen una rápida mirada, y me marcho a la habitación, donde Airi acabó de hablar con Zen hace apenas unos minutos; ambos se habían puesto a contar anécdotas divertidas y se habían despedido afectuosamente. Ya se encontraba vestida de nuevo, sentada en la cama. Su mirada se posó sobre mí al verme entrar.
-¿Qué te pasa? Traes una cara...
-Airi...-bajo el tono de mi voz, lo suficiente para que no se oiga nada afuera de la habitación-. Me he besado con Yoosung y después con Seven... creo que me he enamorado de Yoosung también.
-Allá vamos.-suelta mi amiga, divertida-. Era algo que iba a suceder, creo yo. No pensaba que fuese a pasar tan rápido, pero sabía que pasaría.
-Ahora estoy perdida del todo...-musito, jugando con mi cabello. De pronto, me molesta tenerlo largo-. Airi, ¿puedes hacerme un favor?
-Claro.
-Tengo tinte y tijeras en el baño. ¿Me lo cortarías y teñirías? Necesito un cambio.
-Por supuesto.-responde con una sonrisa-. ¡Vamos!
Cuando salgo, una hora después, mi pelo es negro azabache, y está cortado de tal manera, que sólo la parte de adelante toca mis hombros. Al salir al salón, ninguno de los dos se da cuenta; demasiado enfrascados en sus quehaceres, no se percatan de que mi larga melena desapareció. Airi empieza a sonreír, y me ayuda a servir la cena en los platos. Sólo cuando los llamo a cenar, se dan cuenta.
-¿Te has cortado el pelo?-inquiere el rubio.
-¿Te lo has teñido?-pregunta el pelirrojo.
Una tímida y fugaz sonrisa surje en mi cara, que se desvanece rápidamente cuando me siento en la mesa.
-Sí. Me cansé de tenerlo tan largo... aparte; a cuanto más largo, más riesgo corro de que alguien lo use contra mí.
Ninguno dice nada ante ese comentario, pero Luciel da su opinión:
-Estás hermosa. El pelo corto te favorece.
-Y el negro resalta aún más el color de tus ojos.-añade Yoosung.
-Gracias, chicos...-agradezco, dedicándoles a ambos una sonrisa.
Los nervios no desaparecen de mi cuerpo. Las palabras de Seven aún rondan por mi mente, y no sé muy bien qué ocurrirá estando Yoosung y Airi en el apartamento. Tampoco estoy segura de qué ocurrirá si Yoosung oye algo... no me gustaría que pelearan, porque estoy segura de que Airi les daría una patada en el culo a ambos por despertarla. Sinceramente, yo también lo haría. Odio que me despierten de mi sueño por una estúpida pelea...
-Damos gracias al Señor...-empieza a rezar Luciel, en solitario, una vez que todos estamos sentados en la mesa.
Apenas presto atención al resto de gente, Airi, Seven y Yoosung charlan animadamente durante la cena, pero yo no hago caso alguno a lo que dicen. La cabeza no para de darme vueltas por lo ocurrido hoy. Apenas puedo terminar mi plato, así que me levanto, y me disculpo.
-Lo siento, yo he acabado.
Oigo quejas por parte de Airi y Luciel, pero lo ignoro y me dirijo al baño. Me costará acostumbrarme al pelo corto, pero agradezco el tenerlo así ahora. Lo acaricio y me lo coloco y después, me siento en el retrete, y comienzo a balancearme levemente de adelante hacia atrás, como suelo hacer cuando mi cabeza está saturada de pensamientos. No sé cuánto rato ha pasado, pero oigo a Yoosung llamar preocupado a la puerta.

ESTÁS LEYENDO
Mystic Lovers
FanfictionAiri y Mili, dos chicas normales, se ven metidas, sin saber como, en la RFA (Rika's Fundraising Association), cuyo objetivo es recaudar fondos para obras de caridad.