Día 8 (09:05 AM)

14 1 0
                                        

(Mili PV)

Cuando Luciel y Yoosung regresaron, ambos estaban muy callados. Apenas me dieron los buenos días, y suspiré; Airi me había contado que les había regañado después de pillarles echándose miradas retadoras durante el desayuno, y que desde entonces, estaban así. No puedo culparla; es agotador el estar en medio de fuego amigo.

-¿Cuándo vendrá Jaehee? Quiero conocerla en persona ya.-pregunto, mirando al cielo.

Nos encontramos a las afueras de los apartamentos. Faltan por llegar Vanderwood y Jaehee.

-Jaehee... Jaehee...-murmura Luciel, tecleando como un loco en su teléfono-. Oh, parece que no va a poder venir. Dice que Jumin tiene una reunión de última hora y que no podrá venir. Pero me dice que si le decimos la dirección, ella misma mandará a los mozos para la mudanza.

-Vaya, quería conocerla...-musitamos Airi y yo a la vez.

Hace buen tiempo hoy, así que decidí ponerme un vestido corto negro, con una chaqueta fina, y unas medias, junto con unas sandalias planas. Airi me ayudó haciéndome una pequeña trenza alrededor de mi cabeza, pareciendo una corona. Jugueteo con mi pelo, nerviosa. El ambiente es demasiado tenso, así que me estiro, y empiezo a dar vueltas por la plaza, tarareando canciones mientras esperamos a Vanderwood.

-¿Tardará mucho Toma?-pregunta Airi, sabiendo que estoy intranquila.

-No debería, me dijo que hoy había dejado todo preparado para no tener trabajo extra.

De pronto, se oye el freno de un coche a lo lejos, y tras unos segundos, vemos a Vanderwood, con un par de mozos preparados para la mudanza.

-Supongo que son los que dijo Jaehee que mandaría.-dice Airi.

-Sip.

-Bueno, hagámoslo rápido, que tengo que hablar contigo sobre un par de cosas, Seven.-saluda Vanderwood.

Subimos al apartamento, y recogemos todo lo que podemos recuperar. Mientras, mantengo un ojo en Airi, que se queda mirando a la nada de vez en cuando, como si los recuerdos la asaltaran. Sorprendentemente, acabamos un par de horas después, con Airi ya prácticamente instalada en el apartamento de enfrente. Vanderwood entonces se lleva a Seven lejos, y nos quedamos Airi, Yoosung y yo observando la acalorada conversación.

-¿De qué creeís que estarán hablando?-inquiere Yoosung.

-Probablemente de lo que pasó ayer.-responde Airi, triste.

-Deberíamos agradecer a Jaehee después.-digo, para cambiar el ambiente lúgubre que empieza a aparecer.

Airi asiente.

-Sí. ¿Sería buena idea si nos presentamos en su oficina?

-No lo sé, pero quiero agradecerle. Gracias a que nos envió el equipo de mudanza, pudimos acabar antes.-suspiro-. De todas formas, no sé qué opinarán tu hermano y Seven; aún tenemos que echar un ojo al parque para encontrar algo sobre ese "Unknown".

-Cierto...

Yoosung se separa de nosotras, y se acerca a ellos, sin importar que parezca una conversación bastante amenazadora. Airi en ese momento me mira, curiosa.

-Entonces... ¿en serio estás confundida?

-Airi...

Se pone justo delante de mí, y me dedica una sonrisa tranquilizadora.

-Sé que todo fue por el beso, y por el hecho de que el rubio es bastante mono. Pero recuerda... ¿a quién amas de verdad?

-Ese es el problema, no soy capaz de aclararme. Son la noche y el día, ¿sabes? A ver, ambos son un cacho de pan, pero Yoosung es como ese lado tierno e infantil que me gusta de un hombre, y Seven el lado chistoso pero maduro. Agh.-un leve gruñido sale de mi garganta cuando veo que Seven se gira y me guiña un ojo-.Ambos tienen cosas que adoro.

-Pero deberías saber quién fue el que te robó el corazón en primer lugar.-cuando ve mi cara de confusión, mi amiga comienza a reír-. Ay, pequeña mía, eres demasiado buena.

-Ya veremos qué pasa cuando tú tengas que decidir entre Z o V.-gruño, levemente enfadada, dirigiéndome hacia Vanderwood, Luciel y Yoosung.

Con paso firme, me acerco a ellos. Todos dejan de hablar cuando llego a su altura, y con una pequeña sonrisa fingida, empiezo a hablar yo:

-Espero no haber interrumpido vuestra acalorada discusión, pero... ¿vamos a seguir investigando el parque? Necesito una respuesta; Airi y yo queremos ir a agradecer a Jaehee que nos mandara a los mozos.

-Pues... hemos estado hablando que no es seguro que salgais solas. Vanderwood me ha puesto la soga al cuello.-dice Seven, algo bromista. Cuando arqueo una ceja, él alza sus manos, en señal de rendición-. Vale, vale, no literalmente. Pero es cierto que es peligroso. Ya le han hecho algo a Airi, y ha sido horrible, pero deberíamos agradecer que no estuviera ella también allí. Y temo...

-No queremos que tú seas la siguiente.-concluye Yoosung, con la mirada lúgubre.

Resoplo, cansada. No estoy de humor para chicos sobreprotectores. Tuve bastante con unos padres que no me dejaban ni respirar, y lo que está pasando estos días, me recuerda mucho a aquellos tiempos. Me cruzo de brazos, y replico, con toda la calma que puedo reunir:

-Creo que no me he explicado.-cojo aire-. Airi y yo vamos a ir a ver a Jaehee. Hay dos opciones; o venís con nosotras, o nos dejáis ir solas. En vuestra mano queda elegir.

Airi, que estaba detrás mía, comienza a reír al ver las caras de nuestros compañeros. Muestran perplejidad, y algo de sorpresa.

-Chicos, la he cabreado sin querer. Yo de vosotros no tomaría sus palabras como una opción, sino como una obligación.

-¿Qué le has dicho, Ai-chan?-inquiere Yoosung.

-Lo que últimamente no deja de repetirse ella solita en la cabeza. Sólo haced eso, yo también quiero ver a Jaehee.

Me doy la vuelta, cabreada, y me vuelvo a la entrada de los apartamentos, cuando, en la misma entrada, veo a un chico encapuchado. Éste, de pronto, se gira a verme, y veo sus ojos, verdes como la menta, escanearme de arriba abajo. A pesar de llevar un pañuelo en la boca, puedo intuir que sonríe mientras trata de acercarse a mí. Saco la porra extensible cuando está a menos de 3 metros de mí.

-Tranquila, preciosa. No vengo a hacerte daño.-me tranquiliza, parándose a los 2 metros.

-¿Y qué quieres? No creo que estés haciendo una visita a unos amigos. Tú fuiste el que intentó entrar en los apartamentos una vez, y el que se coló a darme un "mensaje", ¿verdad?

-Chica lista. Soy yo, sí. Venía a comprobar si definitivamente tu amiga se había mudado ya.-dice, con tono de burla.

Un gruñido de impotencia sale de mi garganta. Puedo escuchar cómo se ríe de mí.

-Veo que ambas tenéis mucho carácter. Lástima. Domaros y haceros sumisas me costará mucho, pero me gustan los retos.

Se escuchan las voces de mis amigos acercándose, y él sólo se despide con la mano, escabulléndose hacia el parque. Cuando Seven me ve con la porra en la mano, corre hacia mí, asustado.

-¿Mili? ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?

Dudo si responder, dado que estoy cabreada y cansada de ser como una muñeca de porcelana, a la que todos tratan con cuidado. Pliego la porra de un solo golpe, y la guardo de nuevo en mi bolsillo, como si nada.

-Creí ver algo, pero sólo era uno de los vecinos.-murmuro-. Airi, vámonos a ver a Jaehee. ¿Contactas tú con ella?

-No hemos dicho que podáis...-replica Vanderwood.

Airi y yo le miramos a la vez, cabreadas. Estamos cansadas de esta situación, y sólo queremos ver a uno de los miembros de la RFA. Seven le detiene, impidiendo que vuelva a replicar, y asiente en mi dirección.

-Está bien, os llevamos. A Yoosung y a mí nos vendrá bien ver a Jaehee también.

Mystic LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora