Día 7 (13:00 PM)

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(707 PV)

Me encuentro en la cocina, preparando algo para comer, cuando mi teléfono empieza a sonar.

-¿Dígame?

-Agente 707.-la voz de Vanderhood me despierta un poco del dulce trance en el que estaba.

-¿Ocurrió algo?

-Tenemos algo sobre el que se coló en casa de la chiquilla. Resulta que alguien le ha visto rondando por un parque de la zona. Así que seguramente el camino que tome a dondequiera que se esconda, esté por ese parque. No es mucho, pero ya tenemos algo por donde empezar a buscar.

-Muchas gracias, Vanderwood.-suspiro. No será gran cosa, pero si tenemos un punto de inicio, significa que ya puedo comenzar a reunir información.

-Oye... ¿cómo os encontráis ambos?

Me atraganto con mi propia saliva al oírle preguntar. ¿Es en serio?

-¿Desde cuándo te preocupas por mí o por ella?-inquiero, tosiendo para no ahogarme.

-Tú, aunque no lo parezcas, eres de los mejores agentes de los que disponemos. Aparte, digamos que te he cogido cierto cariño después de ocho años cuidándote las espaldas y haciéndote de sirvienta.

-Ah, querida Mary Vanderwood III, estoy tan feliz de que te preocupes por alguien como yo~~...

-Deja las bromitas, lo digo en serio.-su tono indica que no está para bromas. Y sé cuándo debo parar.

-Estamos bien, tranquilo. ¿Te importa si me paso ahora a por mis cosas?

-Estoy por aquí, así que ahora es tan buen momento como más tarde.-murmura-. Así que sí, puedes venirte ahora.

-De acuerdo. Estoy de camino.

Cuelgo la llamada. No sé si es buena idea dejar a Mili sola, así que me acerco a ella, y le doy un beso en los labios como excusa para preguntarle.

-Tengo que ir a mi antigua cueva de super héroe a por unas cosas, pero no quiero dejarte sola... ¿te importa venir conmigo?

-¡Oh! ¿Podré ver dónde vivías?

-¡Por supuesto! Además, allí tengo un regalo para tí. ¡Seguro que te gustará! Así que vamos, quiero llegar a tiempo para la hora de comer.

Me dirijo a la cocina, apago todos los fogones, y espero a que Mili se vista. Cuando sale, la veo con unos vaqueros negros, camisa negra abierta, y una camiseta de tirantes debajo. Es tan... informal y formal a la vez...

-¡Gaaah! Mi nariz está a punto de sangrar...-exclamo, al ver cómo se sacude el pelo hacia un lado y se coloca sus gafas.

-No es para tanto, Seven. ¡Vámonos! Tengo curiosidad.

Salimos del apartamento, y Mili cierra con llave e introduce el código de seguridad. Salimos de camino hacia mi coche y ella se sienta, meditativa.

-¿En qué piensas, princesa?-le pregunto, mientras nos dirigimos a las afueras de la ciudad.

-En lo rápido que ha cambiado mi vida desde que me uní a la RFA... y en el miedo que me produce que esa persona haya sido el causante. No digo que me arrepienta de unirme. Es más, entrar en la RFA ha sido lo mejor de mi vida, pero no quita el hecho de que acabase aquí gracias a una persona que me ha amenazado ahora con llevarme lejos de todo...

-Lo entiendo. Pero no tienes que tener miedo. Yo, 707, ¡Defensor de la Justicia, impediré que le pase algo malo a mi princesa, y a Airi!-digo, alegre, alzando un puño al cielo.

Mystic LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora