Historias Elsanna 2

Parte sin título 23

En la estancia solo se escuchaba el ruido al remover la cuchara en la taza y de restregar el cuchillo contra la tostada.

Anna no apartaba la vista de su hermana, Elsa.

-¿Vas a dirigirme la palabra algún día?-

La mayor dirigió su vista a sus ojos y alzó una ceja.

-No sé de qué hablas, enana-

Anna frunció el ceño.

-Apenas me diriges la palabra últimamente, eres fría-

-Siempre soy fría-

-No conmigo-

La menor seguía buscando la mirada de Elsa pero la contraria le rehuía, por algún motivo no quería mirarla a los ojos.

Observó sus movimientos.

Cogía la taza de café con nerviosismo.

Notó que estaba tensa.

Frunció más el ceño.

-Elsi..-

Pero una vez más, la ignoró.

Cuando Elsa acabó de desayunar recogió su plato y su respectivo vaso y lo dejó en la pica.

Anna aprovechó para levantarse despacio y colocarse detrás de la más alta.

-Vas a decirme que te pasa ahora mismo-

Dio un pequeño bote mientras se giraba con lentitud.

Estaban frente a frente.

-No me pasa nada-

Esta vez fue el turno de la más bajita para alzar una ceja.

Acorraló a Elsa en la encimera.

La mayor notó como empezaba a respirar entrecortadamente.

Tener tan cerca a Anna la ponía muy nerviosa.

-A-Anna, basta-

Anna, haciendo caso omiso se acercó más a ella.

-Que me digas que cojones te pasa-

Elsa fijó su mirada en ella y en un movimiento rápido, la cogió de la cintura y estampó sus labios contra los de ella.

Supo que la había cagado cuando la menor se separó de golpe, muy sorprendida y mirándola, esperando una explicación.

¡Espero que os haya gustado!

Nos vemos en la próxima,

Aio,

Hermi.