Infiel parte 3

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Anna mirara por donde mirara le recordaba
cada rincón a Elsa ya que a pesar de todo, la seguía amando(aunque no lo aceptara) así que decidió irse de la ciudad.

Obviamente, no le dijo nada a la platinada, creía que no se lo merecía después de todo lo que le había hecho.

En pocas palabras, la había destruido.

Al principio pensó que unos días fuera de la cuidad le vendría muy bien, cambiar de aires, alejar los recuerdos que tan insistentes eran en la memoria de Anna.

Así que no le sorprendió cuando los días cambiaron a meses y estos meses en años.

Básicamente creía que el recuerdo de Elsa se iría así que cuando estuvo mentalmente lista decidió volver, al fin y al cabo, era su ciudad y ya había pasado el tiempo suficiente fuera de ella.

La rubia de mientras dejó a su novia, alegando que estaba enamorada de otra persona y que lo sentía mucho, la novia, la mandó a la mierda.

Cuando la dejó fue a casa de Anna para así declararse a ella y decirle que había dejado a su novia por ella pero claro, Anna no estaba y pensó que estaría ocupada o fuera.

Pasaron dos años que es cuando Anna volvió a la ciudad.

Volvió a su casa y se encontró a Elsa sentada en el poyo de la puerta de su casa, cosa que hacía cada día, por si la pecosa decidía volver.

Se quedó mirándola sin saber que decir, los sentimientos volvieron a florecer pero como también el ceño fruncido.

Seguía igual de guapa o más, incluso.

Carraspeó, llamando su atención.

Elsa miró a donde provenía el ruido y abrió levemente la boca, sorprendida para después sonreír levemente.

Anna no le devolvió la sonrisa.

-A-Anna.. ¿Donde estabas?-

-No tengo porque darte explicaciones-

Se dirigió hacia donde estaba y la platinada se levantó.

Elsa seguía sacándole una cabeza y también seguía su mirada penetrante la cual estaba sobre los ojos de la pecosa.

-¿Podemos hablar..?-

-No-

Avanzó hacia la puerta y se permitió cerrar los ojos brevemente, esquivando así, las lágrimas que se asomaban por sus orbes azules.

-Lo he dejado con mi novia-

Volvió a abrir los ojos y se giró hacia ella, sorprendidisima.

-¿Qué?-

-Lo he dejado con mi novia... bu-bueno realmente hace dos años, la dejé por ti.. le dije que estaba enamorada de otra persona y que lo sentía..-

Abrió la boca levemente, eso no se lo esperaba.

-Fui a buscarte aquí, a tu casa, para una vez más declararme a ti y decirte que.. lo había dejado con ella pero.. no te encontré-

Elsa dio un paso adelante, envalentonándose y una vez más, penetrándola con la mirada.

-He pasado aquí todos los días, esperando a que volvieras, Anna. Te echo de menos, muchísimo-

Esta vez era la mencionada la que no emitía ningún sonido, solo atinaba a mirarla intensamente.

Se instaló un silencio tenso, ambas se miraban pero no llegaban a hacer el paso.

Elsa se acercó a su rostro con cautela y sonrió de lado al ver que la contraria no se apartaba.

-¿No vas a decir nada?-

-Cállate ya, pesada-

Anna cogió las solapas de su chaqueta y besó sus labios con ansias.

Elsa no tardó mucho más en corresponder para después entrar en la casa mientras seguían besándose con fervor.

Es como si no hubiese pasado el tiempo.

Seguían siendo ellas dos.

Solo ellas dos.

¡Espero que os haya gustado!

Nos vemos en la próxima,

Aio,

Hermi.

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