Historias Elsanna 2

Parte sin título 21

Miré por última vez que todo estuviera en orden.

Sonreí para mi misma y fui hacia la puerta para después abrirla.

-Hola Elsa, ¿Llego bien?-

-Hola bonita, no te preocupes, lo tengo todo listo-

Le sonreí un poquito y ella se aproximó hasta mi rostro.

La miré y vi como se ponía de puntillas(haciéndome sonreír más) y depositando un suave beso en mi mejilla durante unos segundos.

Posicioné una mano en su cintura y besé su frente con cariño.

-Vamos, ve al sofá mientras yo voy a por las palomitas-

-De acuerdo, nena-

Sonreí ladina al escuchar eso y fui hacia la cocina mientras ella cerraba la puerta y se dirigía al sofá.

Me senté a su lado segundos después y coloqué el bol en la mesita mientras ella me miraba.

-¿Qué miras bonita?-

-A ti-

Reí un poco y besé su mejilla mientras me acomodaba a su lado.

Puse la película.

Ambas comíamos del bol y nos sonreíamos cuando nuestras manos rozaban.

-Els-

-¿Si?-

Dirigí mi vista a ella y vi que su rostro estaba bastante cerca del mío.

Me puse nerviosa y le sonreí tímidamente.

Acarició mi mejilla y me colocó un mechón tras la oreja.

Besé su mano para seguidamente tirar de ella con suavidad.

-Ven-

Entendió lo que intentaba hacer y se estiró encima de mí.

-Te voy a aplastar-

Le sonreí.

-No importa, adoro que me aplasten-

Anna río y apoyó su cabeza en el hueco de mi cuello.

Notaba su respiración y eso me estaba descolocando.

Sentí un cosquilleo en mi interior cuando noté que empezaba a darme besitos en el cuello y alguno que otro húmedo.

Madre mía.

-¿Estas mimosita hoy, eh?-

-Chi-

Acaricié su espalda mientras ella seguía dándome besitos y alguno que otro por la mandíbula.

Acerqué mi rostro al suyo y le di un pico.

Se sorprendió y se me quedó mirando ruborizada a lo que yo le sonreí ladina.

-Si juegas con fuego, te quemas-

Alzó una ceja sonriendo.

-¿A-Ah si?-

Asentí mientras le acariciaba la espalda baja.

Terreno peligroso.

Esta vez fue ella la que se acercó a mi boca y colocando la mano en mi nuca, me besó.

Al principio me sorprendí bastante, el beso era lento y suave, tierno.

Lentamente fui moviendo mis labios al compás de los de ella.

Noté que se acomodaba encima de mi y que quería profundizar el beso así que me aparté.

Me miró, sus ojos destilaban duda y pude ver que empezaban a dilatarse, a causa del beso.

Volví a sonreír de lado y me acerqué a sus labios para después pasar mi lengua por su labio inferior.

Jadeó leve y intentó besarme pero me aparté un poco.

-E-Eres una ca-cabrona-

Reí y besé sus labios con ansias.

De primeras ya fue un beso más pasional, sexual.

Ambas peleábamos por el dominio de la boca de la otra.

Nos estábamos comiendo la boca en toda regla.

¡Espero que os haya gustado!

Nos vemos en la próxima,

Aio,

Hermi.