Historias Elsanna 2

Piscina

Observé la piscina y sonreí.

-Es enorme, Anna-

Oí cómo soltaba una risita y se acercaba a mí con una sonrisa. Me la quedé mirando unos segundos hasta que rondó una idea por mi cabeza y sonreí maliciosamente ante ello.

-Uy, esa sonrisa no me gusta nada-

-¿Nos metemos?-

-¿Ahora? Son las diez de la noche-

-¿Y? ¿Acaso te da miedo el agua?-

-Qué va, tonta. Venga, va-

Me quité la chaqueta y los zapatos para después mirar el agua.

-¿Ya no quieres o que?-

Me acerqué al agua con cuidado y puse levemente mi pie, para comprobar el estado del agua.

No vi que Anna se me acercaba por detrás y me empujó, tirándome al agua.

Escuché como se estaba riendo y salí a la superficie.

-Serás capulla, está helada. Ven y ayúdame anda-

Se acercó con una sonrisa y extendió su mano. Sonreí de lado y cogí su mano para después tirar y tirarla al agua a modo de venganza.

Salimos a la superficie a la vez y le sonreí triunfante.

Me sacó la lengua y reí.

-Venga, graciosita, a ver quién aguanta más debajo del agua-

-Venga, está bien-

Nos sumergimos a la vez y nos miramos fijamente.

Me acerqué a su rostro y besé sus labios castamente unos segundos a lo que ella se separó y salió a la superficie. Salí detrás de ella con una sonrisa plasmada en mis labios.

-Te gané-

Alzó una ceja y hizo un puchero. Sus mejillas estaban rojas.

-Con trampas no se vale, Elsa-

-Vaale, hagámoslo otra vez-

Sonrió y asintió.

Cogimos aire y volvimos a sumergirnos sin apartar la vista de la otra.

Esta vez fue Anna la que se acercó a mi rostro y me plantó un pequeño beso que no tardé en corresponder.

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Hermi.