Capítulo 5 | Cinco minutos

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Eddie llevaba un rato sentado sobre el sofá y con Venom dentro de su cuerpo, nervioso y pensativo a la vez.

—No lo haremos —apeló el chico. De seguido, se levantó y comenzó a dar vueltas a la habitación.

—Oh, venga ya. Eddie, vamos... —se quejó el otro—. No significará nada. No te preocupes por eso. Lo pasaremos bien. Ya verás —insistió el simbionte mediante su voz invasora en su cabeza—. Sé que lo estás deseando en el fondo. A mí no me puedes engañar. ¡Los amigos estamos para esto, Ed, para ayudarnos! ¿Cuánto más crees que vas a aguantar sin mojar, eh? —continuó.

—¿Y tú? ¿Por qué tienes tantas ganas de hacerlo, de repente?

—Porque estoy igual que tú, con la diferencia de que yo no tengo a nadie con quién hacerlo, y nunca lo tendré —respondió algo melodramático.

—Pues ese no es mi problema —recalcó el chico, y se cruzó de brazos. Venom espiró, paciente.

—Sólo hoy. Cinco minutos. Por favor... —insistió de nuevo, casi suplicando mediante su voz retumbando en la sien del hombre.

—¿Cinco minutos? De hacerlo, que sea media hora, por lo menos. No me jodas —dijo el chico y tan agusto.

—Oh, claro. Sí. Tienes toda la razón. Sí. Medio hora. Mejor dicho: ¡Una hora entera de sexo salvaje! —gritó el simbionte de alegría.

—Shh... —chisteó Eddie, enfadado—. ¿Era necesario decirlo?

Venom carcajeó vacilante y coqueto.

—Lo siento —dijo. Varios segundos de silencio e incomodidad invadieron el salón—. Bueno, ¿qué? ¿Vamos? —prosiguió.

El silencio incómodo volvió por otros cuántos segundos.

—Venga, vale —terminó por decir el chico.
Fue entonces cuando el simbionte salió de su cuerpo y se reconvirtió en su figura original, marcando músculo, como si fuera a romper un camión por la mitad o fuese a levantar un edificio con sus brazos. Eddie ya estaba acostumbrado a verlo tal y como era, pero siempre le causaba impresión cada vez que se reconvertía en sí mismo.
Después, cogió al chico, le puso la espalda del mismo contra su pecho y le bajó los pantalones con la mano con la que no le tapaba la boca.

—¿Qué haces? ¡Espera! —apeló el hombre.

—¿Qué pasa? ¿No sabes lo que es una paja? —preguntó vacilante el simbionte con aquella voz tan grave que rebotaba hasta en sus entrañas.

—Sí, pero... No sé. No... —Eddie calló, pues Venom le había apretado la polla y le había empezado a frotarla de arriba a abajo tan rápido como pudo—. Ve... Ve... Venom... —intentó decir, pero las contracciones que su cuerpo empezaba a tener y una de las manos del simbionte que le tapaba la boca no se lo permitieron, y acabó revoloteándose en gritos ahogados.
Al de pocos segundos, Eddie no aguantó más, y acabó eyaculando sobre la alfombra del salón como si de un grifo se tratara, prisionero entre los exorbitantes brazos de Venom. Al momento, el simbionte rió y liberó a Eddie de sus brazos.

—No has durado nada —le replicó el ser mientras el chico intentaba recuperar el aliento.

—Eres... Eres un cerdo —dijo como pudo—. ¡Es la puta alfombra, Venom...! ¿No podrías habérmelo hecho en otro sitio? —replicó, agotado y sin aliento.


¡GRACIAS!

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Supercut | Fanfic Symbrock/VeddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora