El chico se repuso como pudo, y se sentó sobre el sofá para limpiarse. Estaba algo enfadado al respecto.
—Perdón —dijo Venom, un tanto avergonzado.
—Es igual. No pasa nada.
Eddie terminó de limpiarse y, después, se levantó y se puso frente al simbionte, decidido.
—¿Comenzamos? Pero en el baño o en la cama, eh. Y espera a que me prepare y esté listo, ¿vale? —dijo tras suspirar.
Al cabo de un rato, Venom cogió a Eddie desprevenido de la cintura mientras este miraba pensativo a través de la ventana, y lo llevó hasta la cama de la habitación. De seguido, el chico escapó de la misma y se lanzó a la puerta de un salto.
—¿Qué haces? —preguntó el simbionte, confuso y con el ceño fruncido.
—¿Qué te he dicho? Además, ¿crees que te lo voy a poner tan fácil? Vamos a hacerlo interesante —dijo el hombre junto con una enorme sonrisa en la cara. Hacía tiempo que Venom no lo veía así, y se alegró un montón al respecto.
—¿Con que quieres jugar, eh, humano? Estás lidiando con un simbionte. ¿En serio crees que vas a escapar? —vaciló Venom, ansioso y feliz al mismo tiempo.
—Claro que sí —respondió el chico, y se fue corriendo por el pasillo a esconderse.
—¡Serás tonto sapien...! —dijo, y fue a buscarlo.
La risa de Eddie delató su guarida, por lo que Venom lo encontró y lo atrapó rápido. Ambos rieron sin cesar, porque sí, porque simplemente lo estaban pasando bien, porque eran amigos.
—¡No me toques el culo, parásito! —dijo el hombre intentando parecer indignado, pero ambos sabían que aquello le puso algo cachondo.
—Acabo de hacerte una paja, y lo que te preocupa es que te toque el culo... ¿En dónde tenéis los humanos la lógica? —vaciló Venom mientras lo arrastraba hacia la cama.
—Perdí la lógica cuando te conocí —contestó el chico cuando ya estaba tumbado y prisionero bajo el enorme cuerpo de Venom—. No se te ocurrirá besarme, ¿no? Empiezo a dudar de tus intenciones —continuó diciendo Brock, un tanto distante—. Y menos aún con esa apestosa lengua tuya... —añadió.
—¿Por qué no? Los amigos, a veces, también se besan. He visto a humanos hacerlo en la tele. Es una manera de decir que te quiero muy intensa, y yo también tengo lengua, así que también valdrá conmigo. Vamos, que lo haré para que te quede claro que eres mi humano —aclaró Venom, intimidante, mientras insertaba un dedo en la boca de Eddie. Sin embargo, el chico lo retiró.
—No necesito que hagas todo esto para demostrarme nada. Lo que me ocurre es algo difícil de entender, y no es tan fácil de solucionar.
—Yo sólo quiero que estés animado —reiteró el simbionte tras echarse un poco hacia atrás.
Después de mirarse mutuamente unos segundos, el hombre reaccionó, le cogió su ruda cara con las dos manos, acercó la suya e insertó su lengua mientras sus carnosos labios chocaban con los de Venom, envolviéndose así en un intenso beso entre amigos.
¡GRACIAS!
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