Capítulo 12

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''Querido Michael:

Me voy, me voy y dejo mi amistad contigo atrás, te dejo a ti. Lo siento pero no tengo opción, es lo que siempre he deseado y lo que les prometí a mi padre y madre cuando se fueron. Se fueron y no volvieron, no quiero ponerte triste...Perdón. Me voy por el trabajo, siempre he anhelado llegar a donde estoy aproximandome. He trabajado años para llegar a donde estoy, y aquí me encuentro. Lo siento Michael, a mi tambien me duele. Tendré que decirle adios a lo mejor que me pasó en la vida, tú. Sigue brillando, Dios te bendiga. Adios.''

Sí. Le escribí una carta. Soy un poco terca y rencorosa pero se ma pasa rapidito. Cualquiera pensaría que soy bipolar, pero no. Así soy yo.

La verdad es que no sé ni entiendo como algo tan bonito vino a parar así. Nuestra amistad se convirtió en nada, por mi culpa. Siempre he sido mala con las amistades, realmente. Las hecho a perder.

No le envié la carta, me daba pena. La conservé y me la quedé para mi. Ya era lunes por la noche y estaba haciendo mis maletas, todavía con la ropa con la que fui a trabajar. Tocan a la puerta, no se me pega la gana de abrir. Escucho un claxon, tocan a a puerta, me rindo y abro.

Un hombre alto, moreno y con bonitos ojos. 

-Que se le ofrece? 

-Señorita, en el vehiculo hay alguien que necesita charlar con usted.

Michael.

No lo pensé dos veces, ya sabía de quien se trataba, conocía el auto. Me dirigí al auto y me paré frente a la ventanilla de la izquierda, atrás. Donde el siempre se sentaba, a la izquierda, atrás.

Toqué la ventanilla con mis nudillos.

-Que quieres?

-A ti

Me quedé con mi tipica cara de pocker. Pero, por dentro, me moría de nervios.

-Muy gracioso

En cuestión de segundos, sin darme cuenta, ya me encontraba dentro del vehiculo.

-Me enteré de que te vas de viaje.

-Sí, y?

-Cuando vuelves?

-No regresaré, Michael.

-Es en serio?

-No bromeo

-Madeleine(sus ojos se inundaron de lagrimas) Me das un abrazo?

-No

Sin hacer caso a mi respuesta, tiró de mi brazo derecho atrayendome a su cuerpo con fuerza y delicadeza a la vez. Me envolvió en sus brazos, acurrucando mi cabeza en su pecho. Pude inhalar su aroma a vainilla, el acariciaba mi pelo con su mano derecha y con la izquierda me aferraba a el, acariciando mi espalda.

Quisiera estar así por siempre.

Todavía envuelta en sus brazos me pregunta:

- A donde vas?

-Para que quieres saber?

-Olvidalo(sentí como sonrió)

-Soy muy rencorosa, sabes?

-Me di cuenta

Solté una sonora carcajada, el se separó unos centimetros de mi para mirarme.

-Extrañaré verte reir

No dije nada, solo sonreí.

-Y sonreir

Y la peculiar manera en la que me miras

Y tus ojos, y tus manos, y..

-Ya entendí, Michael. Me extrañaras, lo sé.

-Que modesta

-Ja! Querido, soy lo más modesto que puedas encontrar! (dije haciendo un ademán) 

-Oye

-Si?

-Te extrañaré. En serio

Yo tambien





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