Los suspiros iban y venían como las estaciones cambiando las hojas de los árboles. Siempre estuvo andando.
Una conexión, un alma perdida en el tiempo.
Sabe que no debe estar ahí, pero incluso con la nieve cayendo en una noche oscura, se mantiene sentado sobre la rama de un árbol en medio de un invierno descrito como terrible, pero no puede comparar una simple sensación mortal a la que experimenta él después de siglos tras su presencia.
Lo anhela.
Le pertenece y, aun así, sus labios toman los de otra persona. Le ve desnudarse para tomar y entregarse en carne a alguien que no es él, le ve seducir a un joven mortal que le ha acompañado bajo la fachada de la palabra "amigo"; lo seduce y le lleva bajo su cuerpo en una habitación con el fuego ardiendo no solo en la chimenea. A veces sucede, ve a su otra mitad tomar en brazos a otros cuando él debería estar en los suyos, pero no puede evitarlo, a veces le encuentra demasiado tarde al igual que en esa ocasión, entonces, solo puede guardar silencio y esperar que su amor sea tan frágil y efímero como una flor agitándose por la ventisca, entonces quizás, pueda obtener el amor que le juró en vida la primera vez que se conocieron.
Escucha al joven mortal suspirar mientras él le vuelve suyo en un ritual llamado por algunos como sexo y espera que no haya algo más profundo para describir aquel acto carnal; mira hacia otro lado concentrándose en el crujir del tejado por los golpes de la nieve y suspira con aquel peso que muchos llaman traición, pero no es solo culpa de aquel joven al que ama, sino suya por no encontrarle antes, por no ser él el primero agitando su corazón.
Le escucha gemir su nombre cuando alcanza la cúspide del placer, pero a diferencia de sus pensamientos esa noche, siente un extraño vacío; aparenta calma y actúa en aquella faena que algunos amigos suyos describen después de estar en la cama con alguien, se viste y sale de ella después de que él se duerme.
Puede sentir el frío erizando su piel apenas abrir la ventana de la sala del primer piso y entonces su cuerpo se estremece por completo al ver lo que parece la silueta de un hombre sentado a la distancia entre los árboles y sabe que es una mala idea, que quizás sea un error, pero se siente atraído por él como si emitiera alguna clase de magnetismo. No le importa la sensación de sus pies desnudos entumiéndose mientras la nieve cruje bajo sus pasos ni tampoco le importa que la temperatura de su cuerpo apenas cubierto descienda rápidamente mientras anda en el anochecer.
–¿Se encuentra bien?
Escucha su voz a su espalda al tiempo que una mano toca su hombro y cierra por un momento los ojos sintiendo su aroma, escuchando el tranquilo andar de su sangre bajo su piel y su perfume, entonces gira para mirarle y encuentra confusión en sus ojos marrones; sonríe y puede escuchar su corazón acelerarse.
Le besa con avidez y él parece agitado como si la ansiedad estuviera consumiendo cada centímetro de su cuerpo mientras están dentro de aquel hogar donde ha realizado actos que solo debería realizar con él.
–No debería –dice, pero no busca detenerse, nunca ha sentido eso y pese a haber estado en la cama con el chico de su clase que le gusta desde hace tiempo, no puede comparar todo lo sucedido con el solo hecho de ser besado por ese hombre de cabello negro y piel dorada.
–No debiste estar con él, pero yo borraré cada rastro suyo de ti hasta que solo seas capaz de pronunciar mi nombre... hasta que tu deseo irrevocable me vuelva yo, solo entonces me detendré, pero ya será demasiado tarde para escapar porque entonces, no podrás vivir sin mí –le susurra.
Se entrega a él sin dudar ni por un segundo y grita su nombre con un placer que experimentaba por primera vez como si la locura hubiera reclamado cada uno de sus sentidos; le besa con deseo y lo acaricia como si no pudiera concebir nada más que su cuerpo fuerte y sus ojos negros sobre él.
–¿A quién perteneces?
–A ti. –No duda.
–¿A quién deseas?
–A ti.
–¿A quién amas?
–Solo a ti... Jonghoon –responde sin aliento y con el corazón acelerado mientras está entre sus brazos.
Sonríe–. Y yo te amo a ti, mi querido Kyuhyun. –Susurra, reclamando con ello incluso su último aliento en vida hasta que esta le vea perecer entre sus brazos una vez más al igual que lo ha hecho en el pasado.
Escucha la madera crujir suavemente en el piso de arriba y acaricia el rostro del castaño mientras le mira a los ojos–. Debemos irnos.
La ventisca empuja la puerta de madera haciendo que se golpee una y otra vez y puede ver algunos copos sobre el piso de la entrada mientras se pregunta qué ha sucedido, pero cuando se acerca para cerrar, su mirada se detiene por un momento en la oscuridad sin estar seguro de la razón. Ignora que le han arrebatado a alguien y que su cuerpo tiembla por la falta del calor de otro cuerpo, pero él desconoce que aquellas estrellas ocultas en la noche confunden su mente llevando consigo una parte de su corazón que nunca volverá a tener, una parte que nunca debió tomar porque no le pertenecía.
"Debo volver a la cama" piensa sujetando el cerrojo de la puerta, escuchando la madera crujir mientras lo hace y por un momento, conforme sube las escaleras tiene un vago recuerdo de alguien, pero quizás solo sea una fantasía de su mente adormilada porque está seguro de que él no ha hecho el amor con un joven castaño al que no está seguro de conocer.
–Solo fue un sueño...
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Drabbles Yehyun
FanfictionAquí iré recopilando pequeños escritos (drabbles) de Yesung x Kyuhyun. *Notas: algunos escritos tienen segunda y tercera parte, por lo que la pondré en la misma sección o capítulo, en la parte de abajo para que cuando terminen de leer el del inicio...