Drabbles Yehyun

Visita de rutina

Todos los años visitaba dos veces un consultorio dental para realizarse una limpieza, además de tener revisiones adicionales cada cierto tiempo porque su dentista solía decir que beber tanto alcohol le causaría problemas a futuro no solo en el hígado, así que iba a regañadientes. Ya había hecho una cita previa, así que tomó asiento en la sala del consultorio al igual que otras personas que iban con un propósito similar al suyo. El lugar no era muy grande en apariencia, pero sabía que trabajaban al menos cinco personas en pequeños cubículos a lo largo de un pasillo.

–Señor Cho, puede pasar al cubículo cuatro, en un momento su dentista irá a verlo.

Le dio las gracias y entró tomando asiento frente a un pequeño escritorio que ella solía usar para revisar su información porque siempre decía que la gente podía mentirle a la recepcionista.

–Pensé que ya habría muerto, pero veo que sigue trabajando –dijo al escuchar que abrían y cerraban la puerta, pero se sorprendió al ver a alguien más–. Lo siento, pensé que era la doctora Seo.

Siempre lo atendía la misma dentista, no era muy delicada, pero hacía un buen trabajo y ocasionalmente se reía de sus chistes, sin mencionar que comprendía su sentido del humor, pero nunca había visto a alguien así en el consultorio porque estaba seguro de que lo recordaría.

–¿Dónde está la señora Seo?, ¿de verdad murió? –Era una mujer mayor, así que bromeaba al respecto con ella, pero nunca deseó su muerte de verdad.

–No, no murió –le tranquilizó–. Tuvo que salir de la ciudad por un asunto personal muy urgente, así que yo me estaré haciendo cargo de sus pacientes hasta nuevo aviso –sonrió–. Solo permítame revisar su información y comenzaremos.

Kyuhyun se empezó a sentir tenso. Era la primera vez que conocía a un dentista tan atractivo como ese; bonita sonrisa, lindo cabello, ojos oscuros y rostro atractivo, sin mencionar que parecía hacer actividades al aire libre porque lucía un poco bronceado, solo un poco.

–Muy bien, puede tomar asiento por favor.

"Incluso con el cubrebocas luce bien"

–Inclinaré el respaldo despacio, así que no se preocupe.

Kyuhyun trató de evitar sonrojarse, pero era demasiado atractivo y cuando lo vio sentarse a un lado suyo para revisar el equipo que utilizaría se sintió avergonzado de que pudiera pensar que su higiene bucal era muy mala.

–Abra la boca por favor –le pidió amablemente con su tono profundo, inclinándose hacia él.

"Eres un completo imbécil"

–Un poco más... abra más, así está perfecto.

No debería estar pensando en nada en ese momento más que en ver un punto en el techo, pero ¿por qué le resultaba excitante toda la situación?

–Intente no tragar, por favor, solo tomará un momento.

"Solo piensa en algo más"

–Enjuague y escupa ahí.

Luego de varios minutos el dentista le dijo que necesitaría regresar en unos días para terminar la limpieza y supo que estaba jodido ese mismo día porque no pudo sacárselo de la cabeza por más que lo intentó.

"Kim Jongwoon" era el nombre del doctor y cuando lo vio para su segunda cita, supo que su estrategia no había funcionado en absoluto.

–Siéntese, por favor.

Era la misma rutina de siempre, pero cuando estaba con la señora Seo no se sentía así.

–Abra grande.

Era atractivo, estaba demasiado cerca y por alguna razón, le excitaba sentir sus dedos en su boca a pesar de la sensación del látex de los guantes; estar en esa posición comenzaba a avergonzarle. Estaba de espaldas abriendo su boca a su máxima capacidad para que lo revisara y pensar en cosas sucias no le ayudaba a no sexualizar la situación.

–¿Lo lastimé? –preguntó al escucharlo hacer un ruido raro.

–¿Ah?, no, no –dijo como pudo.

–¿Está seguro? –y asintió sintiéndose cada vez peor.

"Deja de humillarte a ti mismo y solo distráete con algo"

Se alegró mucho cuando todo terminó y mientras el doctor anotaba un par de cosas en un registro y le daba la nota, notó que parecía tratar de no mirarlo a los ojos.

–Entréguele esto a la recepcionista y ella se encargará del cobro –le dijo–. Por cierto, Sr. Cho, creo que debería pasar al baño antes de irse.

–¿A qué se...? –y solo le bastó bajar la mirada por un segundo para entender de lo que hablaba–. No soy un degenerado, ¡se lo juro!

–Le creo, así que no se preocupe –dijo divertido–. Que tenga buen día.

Kyuhyun despeinó sus cabellos y maldijo por lo bajo mientras caminaba por el pasillo intentando que nadie notara su erección en su camino al sanitario.

–Creo que no podré regresar a este lugar en un tiempo –dijo para sí mismo y cuando cerró la puerta, notó que cayó un papel al momento en que dejaba sobre una superficie la nota que debía entregar en la recepción–. ¿Un número?, espera...

"–Revise que todo esté bien antes de entregarlo en la recepción, no queremos malentendidos, ¿cierto?"

–Ahora entiendo por qué no dijo que era un demente degenerado ni llamó a nadie cuando lo notó –y sonrió para sí mismo sintiéndose repentinamente de mejor humor, ¿quién diría que luego de fantasear con él conseguiría su número?

"Tal vez deba perder el control más seguido"