{Color: Naranja} Pet

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Esa tarde cuando Jonghoon apareció con un cachorro en brazos supo que sería complicado hacerle ver que tener una mascota en un pequeño lugar como el suyo no era una buena idea, especialmente si este tenía suficientes excusas para invalidar cualquiera de sus intentos para hacerlo ceder.

–Es muy linda, ¿cómo podría haberla dejado en el mercado? –cuestionó–, incluso me lo pensé mientras hacía las compras y al final no pude dejarla.

–Hyung.

–Los otros cachorros habían dejado de mirarme, pero ella lo seguía haciendo.

–¿Había más cachorros?, eso quiere decir ¿qué la compraste?

Silencio.

–¿Cuánto gastaste?

–No fue mucho.

–¿Cuánto?

–El dinero no importa, ¿no piensas que es adorable? –dijo cambiando el tema, acercando la cachorrita a su rostro en un intento por hacer ceder al castaño.

–Si es adorable o no, no tiene nada que ver, ese dinero era para comida.

–No como mucho y comer menos comida chatarra sería bueno para ti.

–Así que ahora no solo soy un ogro, sino que ahora también soy gordo.

–No es lo que quise decir Kyu, tú sabes que me gustas así rellenito –dijo con una sonrisa, pero solo recibió una mirada asesina del castaño.

Estaba molesto por el hecho de que Jonghoon fuera tan irresponsable con el dinero cuando usualmente la persona que debía serlo era él con el asunto de sus juegos de computadora y sus consolas, pero a pesar de que quiso seguir enojado para hacerle entender que había tomado una decisión importante como esa sin consultarlo, verlo en cuclillas conversando con el cachorro mientras le servía un poco de leche no le ayudó a mantener su ira en un mismo nivel.

~

A la mañana siguiente cuando Jonghoon apenas abrió los ojos recordó al cachorro que había comprado en el mercado, por lo que instantáneamente sonrió, pero antes de poder salir de la cama notó que Kyuhyun no estaba durmiendo a su lado y esa no era una buena señal porque el castaño solía despertar más tarde que él, siempre era así y entonces sintió que algo andaba mal.

Se apresuró a ir a la pequeña sala del departamento para asegurarse de que el cachorro seguía ahí y la ansiedad le atacó cuando descubrió que no estaba, por lo que revisó debajo de los muebles e incluso hizo sonidos con su boca para llamarle, pero no obtuvo respuesta.

"Él se la llevó"

Se quedó de cuclillas en la estancia con sus brazos sobre sus rodillas y sintió deseos repentinos de llorar, ¿cómo había podido ser tan cruel para echar a un pobre perrito?; Kyuhyun podía olvidarse de que le hablara ese día porque no pensaba hacerlo e incluso podía seguir toda la semana, así que también podía olvidarse de que le hiciera el amor porque no pensaba recompensar a un ogro como él.

Jonghoon estaba tan perdido en sus pensamientos que no escuchó que alguien cerraba suavemente la puerta y le miraba en silencio desde la entrada –¿qué haces hyung?

"Nada de hyung, no tienes derecho a llamarme así desde ahora"

Kyuhyun suspiró pensando que se trataba de alguna cosa extraña que no comprendería al igual que muchas otras cosas que solía hacer cada tanto, así que se acercó un poco sabiendo que de no ser así no podría captar su atención.

–Eres un idiota. –le escuchó murmurar de la nada.

–¿Hyung? –lo único que le faltaba luego de tener que despertar más temprano de lo usual era que su hyung le maldijera por algo que ignoraba.

–¡¿Cómo pudiste...?! –y se calló en medio de sus quejas cuando vio al cachorrito en brazos de Kyuhyun, pero eso no podía estar sucediendo, pensó luego de la reacción del menor el día anterior, pero un ladrido tan pequeño como él le hizo saber que no estaba imaginando nada.

–Tenía algunas pulgas así que... –decía cuando el mayor apartó al animal de sus brazos sin aviso y le sostuvo frente a su rostro con una sonrisa, notando entonces un collar.

–¿Kkoming?

–Es una chica hyung y fue el único nombre que se me ocu... –y aunque tener el cachorro no le pareció una buena idea el día anterior, ver tan alegre a Jonghoon le hizo terminar por ceder porque no tenía el suficiente valor como para arruinar su felicidad y si era totalmente honesto, no odiaba a los perros.

El mayor le besó con efusividad sin permitirle seguir hablando y se estremeció, sintiendo sus mejillas sonrojarse a la par cuando un susurro ronco le prometió una noche en vela debido a su gesto de amabilidad.

–Eres tan adorable Kkoming, ¿tienes hambre pequeña?

Y en momentos así, Kyuhyun se preguntaba cómo era posible que esa persona sonriente que jugaba con un cachorrito pudiera ser la misma que le prometió una noche sin descanso.

Drabbles YehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora