— Maldita, sea. — Se pudo escuchar a Jimin susurrar.
La lluvia sonó más fuerte, y ambos se habían quedados estáticos por segundos sin darse cuenta.
— ¿Tienes una linterna? — Preguntó Yoongi, tratando de romper la tensión que repentinamente se había formado. — A mi celular se le acabo la batería.
— S-si, creo. — Dijo mientras intentaba ver a su alrededor. — Pero, no se donde, sé que tengo una, pero no se donde está. — Sin ser visible, por lo triste que sonó aquello, se podía imaginar a un Jimin haciendo un leve puchero.
Yoongi por unos momentos pensó en decir que si lo ayudaba a buscar, pero su mente estaba siendo carcomida en que estaría mal esculcar toda su habitación.
Nuevamente un trueno asustó a Jimin y este se sobresaltó.
— Ayúdame a buscarla, busca en cajones, sé que debe estar en cajones. — Se abrazó a si mismo por el miedo que aún estaba en su interior.
— De acuerdo. — Pareciera como si este, le hubiera leído la mente ante aquella instrucción.
A como pudieron, empezaron a buscar.
Se podían escuchar los cajones abriéndose y cerrándose, junto a los quejidos que soltaban al chocar con cosas. Yoongi abrió por completo la cortina de la ventana, pero no ayudó mucho, pues aunque la brillante luna estuviera en su máximo resplandor, había un árbol, el cual negaba que los rayos de brillo de la luna, pasasen.
Pasaron 10 minutos en los que ninguno de los dos, pudo encontrar algo. No había absoluto rastro de la linterna.
— ¿Donde mierda estás? — Musitó Jimin para sí mismo mientras buscaba en los cajones del closet.
— ¡Oh!, ¡¡creo que la tengo!! — Comentó Yoongi cuando empezó a sentir un tubo rozar por su mano. — No, falsa alarma, no es una linterna.
Fue en un momento en el que ambos se sintieron totalmente rendidos.
— No hay nada. — Dijo Jimin. — Yo juraba que tenía mi linterna aquí, siempre la utilizaba. — Se sentó finalmente en la alfombra del centro mientras Yoongi le seguía.
— No te preocupe- — Se interrumpió así mismo cuando un pensamiento llegó a su mente. — ¿Tú celular no tiene flash?
Solo se escuchó la risa de Jimin en el fondo, Yoongi quien rió sarcásticamente de igual manera, pudo ver finalmente al contrario, pues ya había encendido el flash de su celular y lo había colocado, en medio, donde se podía ver más visiblemente la recámara. Ver aquellos ojos arrugarse hasta cerrarse, y ver esa linda sonrisa mostrándose ante él, hizo que su molestia bajara.
— En verdad eres un tonto. — Fue lo único que pudo mencionar.
— Tenía miedo ¿de acuerdo?, los truenos me dan mucho miedo que me hacen desconectar literalmente de todo.
— Ya me di cuenta, pero por si no lo recuerdas, a mi me da miedo la oscuridad y me mantuviste por más de 15 minutos buscando una linterna. — Hizo una breve pausa. — En la ¡oscuridad!. — Entonó.
— Perdón. — Dijo sinceramente Jimin.
Era entendible que estuviera molesto, y entendía su miedo, cada uno tiene miedos sin poder evitar tenerlos.
— En fin, ¿crees que el apagón dure hasta que la tormenta acabe? — Preguntó Yoongi mirando como en la ventana, el árbol que yacía allí, se movía de un lado a otro. — El viento si que está muy fuerte.
— No se cuánto dure la verdad. — Fue ahora Jimin, quien miraba la ventana y se enfocaba en el meseo del árbol.
Lo único que se podía ver a través de aquella ventana, era aquel árbol meneándose al compás del viento, pequeñas gotas resbalando por el grueso vidrio. Se podía escuchar el aullido del viento y los fuertes truenos, acompañados de visibles relámpagos. Era un clima y un momento, totalmente oscuro y solitario. Por más que ambos estuvieran juntos, aquel clima hacía sentir lo opuesto.
— Cuando experimenté mi primer apagón, yo estaba en mi cuarto, solo, recuerdo el estar dibujando y en un abrir y cerrar de ojos, no pude ver absolutamente nada. Me asusté, me asusté por que yo realmente pensé que no era un apagón, si no que había perdido mi vista. — Yoongi sonrió levemente ante su misma inocencia de cuando era niño. — Pensé que me había vuelto ciego y grité, recuerdo como mamá llegó con una linterna y me abrazó. Yo lloré tanto en su pecho y le decía que estaba asustado por que creía que había perdido mi vista, pero ella siempre me calmaba con que no era así, y solo había sido un apagón.
— Es lo más inocente que he escuchado. — Sonrió Jimin, dejando a flote sus lindas mejillas regordetas.
Yoongi sonrió igualmente.
— Después de eso, con costumbre podía escuchar en los apagones, que mamá era la que gritaba, y cuando iba yo con ella por que también tenía miedo, podía escuchar golpes, podía escuchar como mi mamá se quejaba y suplicaba. Era mi papá golpeándola. — Miró los ojos de Jimin los cuales entristecieron. — Y fueron muchas veces en las que me metí y traté de proteger a mi mamá, pero era en vano, siempre salía herido y mi padre nunca paraba. — Cerró levemente sus ojos, intentando calmar las ganas de no llorar que se habían formado en él. — Me da miedo la oscuridad por que me siento solo, me recuerda a mi infancia y a las súplicas de mi mamá.
— Lo siento tanto Yoongi. — Dijo tristemente Jimin. — Debieron ser momentos horribles para ti.
— Lo fueron...
— A mi, mi padre me encerraba en un cuarto...
— ¿Qué? — Se sorprendió ante lo dicho del contrario.
— Fueron como 3 veces las veces que lo experimenté, Papá me decía que entrara en un cuarto y no saliera de allí, cuando me metía, podía escuchar como cerraba con llave, y yo tocaba la puerta en modo de que me dejara salir, pero era inútil por que a los minutos después podía escuchar risas y música, él hacía fiestas y me encerraba en un pequeño cuarto, donde solo había más que una sola ventana, y productos de limpieza. Y cada vez que lo experimenté, había tormentas... — Suspiró. — Yo simplemente lloraba y lloraba, temiendo por los fuertes sonidos de los truenos.
— No puedo creerlo, Jimin, ¿y eso lo sabía alguien?
— No, nunca se lo comenté a mi mamá, yo amaba aún así a mi papá. Cuando me encerraba, siempre pensaba que no lo hacía con otras intenciones, siempre lo esperaba, y cuando me abría, lo abrazaba felizmente. Como si nada hubiera pasado.
— Por dios, Jimin... ¿como podías seguir teniéndole amor a ese idiota? — Frunció el ceño.
— Era solo un niño Yoongi... — Soltó vagamente. — Después que se fue de casa, cada que pasaba una tormenta así, y estaba solo, lloraba en aquel rincón. — Señaló el rincón al fondo, que se localizaba al lado del closet. — Abrazaba mis piernas y solo deseaba que mamá llegara, y cuando llegaba, sabía lo tanto que me atemorizaban las tormentas, por que yo le decía, así que me abrazaba, con todas sus fuerzas y me seguía abrazando hasta que se acabara todo. — Dijo mientras volteaba a ver nuevamente hacia la ventana. — Fue realmente difícil... — Miró hacía el suelo.
Yoongi no se abstuvo más, se acercó a Jimin y lo abrazó, lo abrazó por que sabía que lo necesitaba tanto Jimin, como él mismo.
Jimin abrazó de igual manera a Yoongi, ambos se fundieron en un cálido abrazo, del cuál ninguno de los dos quería soltarse. Esa pequeña costumbre que tenían de abrazarse cada vez que se necesitara, era todo lo que estaba bien. Y ambos lo sabían.
Sus pasados eran difíciles de digerir, y aunque haya pasado tiempo, ambos sabían que aún quedaban pequeñas cicatrices dentro de sí mismos que necesitaban ser cerradas completamente.
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.Es todo por este capítulo jsjs
— Chely. 🐥
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My Savior [Yoonmin]
Romance🍥;; Jimin es un chico que sufre de falta de autoestima debido a su físico, con un pasado que abrió paso a la agonía y soledad. Con tantos problemas que suceden en su vida con el paso del tiempo... él solo quiere ser feliz nuevamente, no más insegur...