My Savior [Yoonmin]

🍥 32. Un día solo para ti y para mi.

Pasaron 11 largos días en los que Jimin se mantuvo en casa junto a su mamá, quien se negaba a tener más cuidados por parte de su hijo, pues este la estaba cuidando demasiado que no se daba nada de tiempo, ni siquiera había asistido a clases — pues había pedido un justificante y dado un aviso sobre la situación — para así, cuidar de ella "apropiadamente"... para cerciorarse de que todo estuviera bien. Cosa la cual a su mamá no le agradó del todo, puesto que ella podía cuidarse, tenia las fuerzas necesarias, el doctor le había dado toda una lista de lo que haría, tanto alimentación, como ejercicio para lo que le restaba del año, ella podía seguirla y hacerlo, por más que se preocupara su hijo por ella, él tenía una vida completa por vivir, no quería atarlo nuevamente con ella. Así que Jimin finalmente accedió a la petición de su mamá, salir de casa.

Era cierto que extrañaba de Yoongi pues las llamadas no le eran suficientes, sin embargo no quería que su mamá necesitara de algo y él no estuviera, es por ello que seguía cuidándola, por que la extrañaba y no quería que enfermara de nuevo, sin embargo, también sentía que no dejaba hacer nada a su madre, no por su propia cuenta. Es por ello que aceptó la petición de su mamá, sabia lo tedioso que era el no poder hacer nada por cuenta de uno, así que estará para ella siempre, y con que lo sepa, es suficiente, él irá siempre a donde sea que ella se encuentre. Pues es su madre, y lo es todo para él. No dejará que sufra, nunca más.

En lo que bajaba las escaleras, le mandó un mensaje a Yoongi para así salir de casa, no sin antes gritarle a su mamá desde la puerta.

— ¡¡Mamá!!, ¡iré con Yoongi!

— ¡De acuerdo! — Gritó su mamá desde su habitación. — ¡Me lo saludas!

Jimin sonrió. Se sentía totalmente bien el que su madre haya aceptado con tanta calidez su orientación, se sentía tan bien el poder finalmente tener a alguien a su lado, tanto como amigo y novio, con su mamá sabiendo de esto. Nada era como antes, ya no había mentiras ni falsos e imaginarios amigos, su vida estaba yendo completamente bien, tanto que lo hacia entrar en escalofríos y, hacerlo sentir como en un sueño. Pues antes, solo soñaba con ser feliz — algún día — , recuerda del como se recostaba en su cama y pensaba en el ser feliz, en el cómo sería su vida alegre sin tristeza o momentos depresivos, en que si eso llamado felicidad sería parte de él...  ahora que finalmente ocurrió, lo hacia sentir totalmente irreal, pero hermoso a la vez.

Recuerdos como de él, siendo llamado por distintos apodos, siendo golpeado, siendo mirado y excluido por todos, comenzaron de igual manera a llegar y le hacían querer llorar, nublando sus ojos por completo. Aquellos momentos en los que era denigrado, en los que sentía como una completa basura, lleno de inseguridades... donde solo quería regresar rápidamente a su casa y cuidar de su madre, donde incluso si tenia cierto crush en Yoongi, no quería pensar en un futuro entre ellos, pues no lo merecía. Pues quien podía fijarse en él.

Todos los momentos que vivió, todos sus recuerdos volvieron instantáneamente a él. Sintió literalmente, como su pasado pasó frente a él, como si todos los recuerdos estuvieran frente a sus ojos, proyectándose uno a uno en cada parte que observara. Vio lo infeliz que era, lo mal y demacrado que lucia, con esa aura llena de agonía.

Los recuerdos fueron pasando uno a uno, hasta llegar al momento en donde conoció a Yoongi, donde este, le habló, observó incluso como se sintió tan cohibido frente a él. Del miedo que le daba el tener que hablar, o mirarle. Después de aquello, todos los recuerdos fueron haciéndose presentes, y cada uno volviéndose un poco más bueno que el otro, y fue allí, donde se dio cuenta de todo lo que él era.

Aquel Jimin no tenia salida, no la tenia por si solo si no hubiese sido por Yoongi.

De repente, sus ojos parpadearon y en lugar de vivir sus recuerdos, nuevamente era él en la entrada de su casa, a punto de salir y mandarle el mensaje a Yoongi. Con sus ojos nublados, y aún en conmoción después de lo sucedido, mandó el mensaje finalmente.