My Savior [Yoonmin]

🍥 38. ¡Sorpresa!

— ¡Que sea sorpresa! — Dijo el pequeño.

— Seria gracioso devolver una sorpresa también.— Sonrió el contrario.

Ambos habían planeado dejar como sorpresa el hecho de que ahora, vivían solos.

El sonido de la puerta se hizo presente por todo el lugar, ambos nerviosos. Jimin se encontraba corriendo sigilosamente entre risitas hacia un escondite.

Los pasos directos a la puerta hicieron eco por el pequeño pasillo. Yoongi en ese momento sólo pensaba en maldecir a su amigo. Sin embargo sonrió, y abrió la puerta, viendo así, al ser que le hacía la vida de cabeza.

Lo extrañó tanto que sus ganas de golpearlo se desvanecieron.

Esa sonrisa tan característica de él seguía intacta, su cabello había crecido, inclusive se lo había teñido de color azulado con una mezcla de morado, realmente le sentaba. Sus ojos brillaban aún más de lo que recordaba.

— ¡Hombre!, ¿no me vas a dar un abrazo? — El contrario sonrió y estiró sus brazos.

Lo abrazó, dando pequeños golpecitos a su espalda, y pudo sentir de nuevo lo reconfortante que eran sus abrazos.

— Maldito ingrato. — Soltó el mayor entre risas.

— Gracias, también te extrañé yoonie. — Sonrió y al instante se hizo a un lado. — Jungkook, este es el taradito del que te hablé... Yoongi, contigo, el amor más precioso que tengo como novio.

Los ojitos del nombrado mostraban pena, inclinándose, se presentó, seguido de una tenue sonrisa. Era delgado, pero esbelto al mismo tiempo, vestía de negro, con unas gotas bastante llamativas, sus orbes color café resaltaban con ese cabello de color rojizo. A simple vista, se veía como un chico muy dulce, pero que con ese atuendo, hacía parecer como si de una patada te noqueara por completo.

— Es un gusto, Jungkook. — Yoongi acentuó. — Seguro debe ser un lío tener a Taehyung de novio. — El nombrado lo fulminó con la mirada para luego, pegarle suavemente.

Jungkook sonrió sin responder. Aún era tímido, sin embargo podía notar gran calidez dentro del contrario, por lo que trató de soltarse un poquito más. Yoongi era alguien a quien con tan solo ver, podías saber lo pacifico que era, y lo guardado que puede llegar a ser respecto algunas cosas. Aún así, se le veía muy majo y a Jungkook le caía bien, esa sonrisita que mostraba sus rosadas encías causaba ternura dentro de él

— Lió el que debe tener Jimin teniéndote a ti como novio. — Respondió Taehyung luego de unos segundos. — Por cierto, ¿donde está?, y por cierto — Exclamó su última pregunta — ¿No nos vas a dejar entrar o que?.

Extrañarlo, era poco. Fue el primer pensamiento que cruzo por la mente del mayor.

Yoongi les abrió paso entre sonrisas, sin decir nada. Mientras que la pareja por su cuenta, entraba recorriendo el pequeño pasillo, para así, llegar al primer sofá. Taehyung se desplomó en este mientras que el menor, le seguía, sintiéndose cálido de pronto. Era increíble como una casa pudiese darle mucha calidez, el ambiente que se mantenía allí, debía ser muy grande y lleno de amor como para que al entrar, se sintiera muy acogedor.

— Si pudiera viviría aquí. — Mencionó Taehyung, admirando y sobando el sofá, recibiendo más calidez de la que ya sentía de igual forma.

— No puedes, ya está ocupado ese lugar. — Sonrió el mayor al contestarle.

Taehyung lo miró extrañado, tratando de analizar y encontrar respuesta por medio de sus facciones. Jungkook por su lado, creía saber la respuesta de todo, era muy analista, y ese ambiente acogedor que sentía... tenía que ser...