My Savior [Yoonmin]

🍥 25. Dulce Flor.

— Si, ¿entonces si estará listo para hoy cierto? — Mencionó Yoongi al teléfono. Pues gracias a la salida que tuvo con Taehyung, el mismo le prestó su cargador, así que lo utilizó para su celular que había yacido sin batería durante su estancia.

— Si, podemos ir a dejárselo si gusta. — Mencionaron detrás de la línea.

— Por favor. — Respondió. — Es en el hospital Asan... Gracias.

Yoongi le había pedido de favor a Taehyung en que si podía reportar su auto, pues cuando salieron, todavía era muy temprano como para que lo llevaran a arreglar.

Él ya tenia todo aclarado, pues el castaño le había contado todo, él se ofrecía para cualquier cosa que pudiera necesitar, le brindaba apoyo moral y consejos, incluso, trataba de hacerlo reír en pequeñas ocasiones. Realmente era un buen amigo.

— Que buen servicio. — Sonrió Jimin hacia el mayor sabiendo de que se trataba su llamada, pues Yoongi ya le había contado cada detalle.

Yoongi sonrió de igual manera y asintió.

Habían matado el tiempo entre ellos, hablando, jugando y bromeando de vez en cuando. Estaban perdidos en su propia burbuja, en un ambiente tan sereno y tranquilo que no se dieron cuenta cuando el doctor ingresó a la habitación.

— Es hora de tu vacuna. — Entró el ya reconocible doctor, con su sonrisa tan característica de él y se acercó al menor quien comenzaba a prepararse mentalmente. Odiaba las vacunas.

Yoongi hizo espacio para el doctor y Jimin cerró levemente sus ojos, hasta que sintió el pinchazo sobre su hombro. Había sido tan rápido el momento que una mueca de dolor empezó a nacer y sus ojos ya habían sido apretados — esta vez — con fuerza.

— Ghh... — Resopló con dolor.

— No fue nada hombre. — Miró hacia los ojos del contrario y se burló.

Jimin simplemente lo fulminó con la mirada diciéndole entre susurros que se callara.

El doctor — Hoseok — empezó a sonreír ante la ternura que le había dado el chico.

— Solo queda que sigas descansando ¿de acuerdo?, es posible que la vacuna te produzca sueño. — Jimin asintió. — Nos vemos luego. — Miró a ambos y se fue nuevamente de la habitación, dejando al par, juntos.

— No aguantas nada. — Siguió burlándose mientras se acercaba al rubio.

Jimin aprovechó tal cercanía para golpear al mayor en el hombro y escuchar como se quejaba.

— Te dije que te callaras. — Reprochó con tono burlesco y victorioso con sus labios abultados.

——— 🍥 ———

Jimin había caído rendido nuevamente, había dejado sin querer hablando solo a Yoongi.

Para el menor fue imposible no hacerlo, pues la voz del contrario era tan suave y tranquila, parecía que lo arrullaba con cada una de sus palabras que salían de sus labios, apartando el hecho de que al estar contando su anécdota, acariciaba sus nudillos y brindaba ciertas caricias hacia las hebras de su rubio cabello. El sueño se hizo profundo de poco en poco sin darse cuenta.

Yoongi simplemente sonrió, siguió acariciando los nudillos de este para luego levantarse e ir por algo de comer, pues su estómago estaba rugiendo.

Cuando volvió, observó como el menor estaba descobijado, así que con una sonrisa en su rostro ante lo tierno que se veía, volvió a taparlo. 

Su cuerpo ante tus ojos era tan bello... no había rastro en él que no fuera lindo. Incluso sus mismas imperfecciones lo habían cautivado, volviéndolas para él, imperfecciones perfectas. 

Jimin debía de entender eso, quería que lo tuviera presente.

Últimamente veía y sentía como el alma de Jimin quería liberarse, del como trataba de ser feliz, pero su propia autoestima lo detenía. Pero aquello no era impedimento para él, no lo sería, pues estaría allí en cada momento.  

Un año aguantando como los demás lo discriminaban, veía y veía más nunca hacia nada, claro que le dolía pero el hecho de que él no podía hacer nada en aquel entonces, le carcomía todo su ser. 

Ya no más. Ahora que estaba a su lado, así seguiría, no lo abandonará.

Lo miraba, apreciaba cada facción del menor, desde sus abultadas y regordetas mejillas, hasta sus gruesos y rosados labios. Su exquisita nariz... incluso los 3 pequeños lunares que se hacían presentes en la frente, escondiéndose por los mechones de cabello rubio. Jimin realmente era lindo en todo aspecto.

Pensaba en el poco tiempo que ha estado con él, y del como confirmó que tenia un gran corazón. Se dio cuenta, de que Jimin era como si fuera una flor, como una que intentaba sobrevivir, de mantener sus colores vivos, y no marchitarse por completo. Más sin embargo, no podía luchar por si mismo puesto que como toda flor, necesitaba cuidados... necesitaba amor. 

Él no dejaría que la flor se marchitara, no dejaría que su alma se apague y se torne grisasea... no lo haría.

— Te lo prometo. — Dijo en voz alta su pensamiento mientras tomaba la mano del contrario, quien yacía profundamente dormido. 

.

.

.

.

.

.

.

Holaaaa, ¿como estannn?, espero que se encuentren bien. Yo, estoy un poco mejor, hoy recibí la noticia de que mi abuelo falleció así que... no tenia mucho tiempo de escribir.

Así que por ello, este capitulo si es un poco corto a comparación de otros, pero mañana trataré de seguir en esto. 

Estoy viendo en como dar su fin puesto que no quiero excederme con más de 30 capítulos:( pero aún no encuentro en si la forma en su totalidad. Estaré pensando.

En fin, solo espero que pasen un buen diaa, perdón por las actualizaciones que hay hasta esta hora, es solo que:(, en las madrugadas es cuando tengo tiempo de escribir:(

OHH por cierto, vi que tenemos 800 leídas y eso me emociona mucho por que si seguimos así, podremos alcanzar a 1k de leídas. Me pone muy feliz eso, ya que no le veía nada de futuro a esta historia, así que les agradezco demasiado. DE HECHO, me han llegado notis de como algunes de ustedes ponen mi historia en sus listas y me pone muy alegre, gracias por su apoyo:(

LES QUIERO.

— Chely. 🐥