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Me levanto algo somnolienta, no debí ver la tele hasta tan tarde. Me siento en la cama apagando el móvil que suena a las 7.30 de la mañana. Acomodo un mechón rebelde con la otra mano y recuerdo que hoy entro a trabajar a mi futuro nuevo trabajo, voy al baño a transformar la cara de culo en una más accesible. Me miro al espejo y me devuelve la mirada una mujer somnolienta con una piel clara rosada. El pelo rubio largo, ojos verdes con vetas color miel y labios carnosos.

Debo sonar muy interesante hasta el momento.

En fin, me aplico unos pequeños retoques con el maquillaje. Me pongo unos pantalones, una blusa y unos zapatos simples para ir a trabajar.

Suena mi móvil.

-Mimi.

-¿Ah?

-Pensé que te quedarías dormida... de nada mejor amiga- escucho un gimoteo.

-Lo siento Ricky- digo soltando una risita.- Gracias por despertarme mejor amigo- me río, parecemos niñitos de 15 hablando así.

-De nada ¿Estás emocionada por tu nuevo trabajo?- ya veo su cara de molestoso, Ricky es mi mejor amigo, nos conocimos en mi primer trabajo.

-La verdad no, tendré que hacer lo mismo de siempre- digo adormilada hirviendo agua.

-¡Ooh! ¿Y cómo sabes que no está el amor de tu vida?

-Amigo, la mayoría serán chicas y serán todas heteros, quizás tenga suerte con algún chico, pero seguramente irán a trabajar no a buscar ningún lió- digo enfurruñada.

-Si, tal vez. ¿Pero quizás no sea como piensas?- dice.

- Ya te contaré.

-Maldita amargada, ve al bar/karaoke. Así nos vemos el primer día, iré con esta gente.-dice. Aclarando, esta gente son amigos que él me presentó hace unos años, bueno hemos salido varias veces a un bar y me lo paso muy bien.

-Está bien, nos vemos idiota, te adoro.

-Nos vemos Miriam.

-¡No me digas así!- me enojo.

-Rayos, no te entiendo, se supone que te quejas de no ser muy normal y te llamo por tu nombre real y ¿te enojas?- masculla dolido.

-es horrible- susurro encendiendo la radio.

-Exageras Mimi, besos o llegaré tarde a trabajar. Bye bye- corta.

-bye- digo a la nada.

Desayuno tranquila disfrutando el silencio y viendo el clima de hoy, es pleno otoño. Me mentalicé en desarrollar esta costumbre para dejar de andar congelándome el trasero por lluvias repentinas y llegar como perro mojado acá.

Salgo de mi apartamento y subo a mi coche. Conduzco hacia mi nuevo trabajo; soy diseñadora gráfica, quiero dedicarme a ello porque me encanta dibujar. Así que lo mío es pasión. Estaciono y entro algo perdida, recuerdo que cuando vine una vez y no estaba tan... concurrido, de todo el montón hay algunas mujeres con traje y otras no. Me imagino que las de los trajes tratarán directamente con la gente o tendrán turnos más de cara a la galería, al menos a mí nunca me han dicho nada por mis pantalones ajustados. Tomo el ascensor junto a una tipa de pelo rubio oscuro rizado y largo, esta con la cabeza agachada mirando atentamente una carpeta que lleva.

-Disculpa ¿sabes dónde está el piso de diseño gráfico?- pregunto perdida.

La chica no me mira. Se abre la puerta y al menos se molesta en apuntar con el índice al frente "informaciones" ¿¡No podía decírmelo y ya!?

Ella es perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora