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Mientras Miriam mueve sus labios con ternura yo no puedo hacer otra cosa que seguirla ¿Dónde estamos? Se separa y me mira, sonríe y apunta mi cara de idiota feliz.

-Ves.

-¿Qué?- pego un salto. Salgo de mi mundo de "azúcar, flores y muchos colores".

-Mierda tienes razón- dice Patri mirándome sorprendida. Está bien. Supongo que he perdido- eleva sus hombros.

¿Perdido? ¡Yo no soy ningún trofeo sexual!

-¿Miriam me das otro?- susurro feliz, o sea ¡dio la cara por mí!

-No, sólo te pago uno de tus muchos favores.

-Ah, gracias.- Me acomodo un mechón de la cara- No tenías porque hacerlo.

-Lo sé, pero ya te estaba acosando.- Su rostro se endurece y se pone a leer. Sonrío y me siento al lado a leer un rato, echaba de menos estos ratitos.

Llegamos al otro día, nos hablan de un viaje de la empresa, nuestra sección le tocó vacaciones de invierno. No me hace ninguna gracia. Sí, díganme aburrida; pero soy más feliz aquí, donde mi culo esta calentito.

Apunta los nombres y no me inscribo.

-Ey Miriam, Mimi ¿no vais?- dice Saydi haciendo un puchero. Nos miramos sorprendidas.

"jijiji tenemos tanto en común" volvemos a mirar la pantalla del ordenador como que aquí no ha pasado nada.

-Ocupada.- dice Miriam.

-Es verdad, yo también.- Le digo con una mueca de disculpa.

-Supongo que tendrán cosas que hacer en pareja- dice Patricia sin más. La miro con reproche.

-¿Qué? Es verdad.

-¿En pareja?- dice Saydi mirándonos- Ah. Ya lo capté, vosotras sois...

-Si vidente- masculla Miriam.

-Pero si ayer estaban discutiendo- Dice Mónica.- No las entiendo.

-Tu no entiendes a nadie- Bromea Claudia- está bien chicas, me imagino que querrán conocerse mejor.

Siento mi rostro arder, mi tragedia sólo es opacada con la cara de burla de Miriam a Patri.

-Qué raro, yo no lo noté.- Dice Laura. La amiga de Patri me mira mal y sigue a lo suyo, al menos me empuja a hablar.

-Somos profesionales Laura- digo acariciándome el pelo.

-Ahora entiendo porque se quedaban hasta tarde- dice Claudia.

-¡Ey nada que ver!- me indigno.

-Ya pero tranquila- bromea Laura.

-No me incordies- digo cubriéndome el rostro.

-Era broma- se ríe la pesada.

Miro a Patri muy mal, no tenía por qué exponernos, agrh. Ahora Miriam y yo somos la parejita oficial aquí, en casa de sus padres, con sus amigas, con sus ex, etc. ¿Cuándo lo seremos realmente? Me apoyo del codo y resoplo.

-Esto apesta- digo en la comida, delante de Miriam ignorando las miradas de nuestro grupito de trabajo. Bueno al menos no es un clan de homofóbicos, sólo un grupo de cotillas, molestosos.

Miriam me mira- Te molestan a ti, yo impongo respeto.

-¿Y qué impongo yo?- veo su mueca burlona.

-Contigo es fácil tratar.

-Nada que ver, soy una piedra fría, sin sentimientos ni corazón- bromeo. Miriam suelta una risita.

Ella es perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora