Ella es perfecta

2.

La veo caminar sacando unos papeles de una impresora, oh que culo le hace esos pantalones "¡quién fuera pantalón!" pienso pervertidamente viendo el culo de Patricia.

Sigo trabajando, recuerdo el día de ayer cuando Miriam se bajó en el piso 7. Llevo 4 años viviendo ahí y nunca la había visto. Aunque la verdad, con suerte ubico a un par de vecinos de mi piso, así que tiene sentido. Sólo se bajó y ya está, que mala suerte... ¿Patricia vivirá cerca? Tanteo la mesa buscando mi móvil mientras veo la pantalla del ordenador, me indigno ¡No está! Ah sí está, lo trato de coger y se me cae al suelo, lo levanto, veo la hora y sigo. Creo que mi móvil es primo de algún Nokia de esos antiguos, porque merece un reconocimiento por su aguante.

-¿Todo bien? ¿Cómo va tu primer lunes?- Pregunta Mónica-

-Estupendo, me gusta este ambiente- sonrío- ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

-4 años- sonríe- es un buen lugar, además la jefa igual es una sentimental- bromea- Ya no renueva personal, y eso que nuestra carrera está auge y los nuevos cobran menos. Ella dice que la productividad no tiene precio.

-Dímelo a mí... no me renovaron el contrato- Snif.

-Bueno Manu, quien ocupaba tu puesto se fue al extranjero. Así que puedes estar tranquila- dice sentándose con Claudia.

-Es verdad- dice ella- yo llevo un año menos y ya estaban varios aquí- Dice mirándola con una risa de complicidad.

-Ah sí, antes de ti sólo llego Patricia. ¡Ah y Saydi! Dice Mónica.

-Ustedes son...-muy amigas-digo dubitativa.

-Sí, muy muy-Bromea ella. Me río por la expresión.

-Ah pues que bien debe ser trabajar juntas.

-Aquí nos conocimos- dice ella feliz. Las miro sonriente, creo que son simpáticas.- tenemos nuestro mundo también, no es que seamos siamesas- ser ríe.

-Oh sí. Tiene razón.- digo considerándolo.

-Quizás encuentres tu alma gemela aquí- masculla ella pícara.

-Vaya, que charlatanas están ustedes hoy- dice Patricia apretándome suavemente el hombro y sentándose en el respaldo del sillón individual- ¿qué hablaban?

-Al inicio de que la mayoría llevábamos varios años aquí. Luego de almas gemelas- dice Claudia.

-Ooooh si, cuando llegue ya estaban todos y ellas.

-Es verdad- sonríen ellas echándose una mirada. Miro la hora y aah se va acabar el descanso... ¡nooo! ¡No ahora que la tengo sentada al lado! Miro a Miriam al fondo leyendo un libro. Qué mujer más pasota con el resto.

Nos levantamos y vamos a trabajar. Patricia se sitúa cerca y me sonríe cuando me siento. Me ruborizo un poco y le devuelvo la sonrisa.

¡Dios mío! ¡Ven y acércate un rato más y...!

No enserio, cálmate. Se la mujer sería y trabajadora que dijiste que serías cuando tenías 9 años. Recuerdo que a los 5 quería ser monja. ¡En que estaba pensando!

Leo unos correos. Tsk, odio que me lleguen esas cosas. En fin, las horas pasan y pronto tenemos que irnos, así que limpio un poco.

-Ey! Para eso hay personal- dice Patricia jugueteando un poco en su silla.

-Es costumbre.- digo como si nada. Gérmenes, ¡gérmenes por todos lados!

-Ah que linda ¿y si limpias mi escritorio?- dice de la mesa de al lado. Veo a algunos despidiéndose y conversando ajenos a mis hormonas. Decido intentarlo.