Miriam
Llaman al timbre y sé que es Mimi, sonrío y abro la puerta. Nos miramos hasta que da un paso y me abraza levantándome del suelo. Antes de que diga algo me besa y yo la abrazo.
-Por eso es bueno que no viéramos antes del trabajo- dice feliz cerca de mi boca.
-¿A sí?- me sorprendo.
-Hubiese hecho lo mismo.
Me pongo colorada, mierda, que vergüenza. Aunque ver la cara que pondría Patricia lo hace tentador...
-¿Estás pensando algo malvado?- dice mirándome la cara.
-No- digo malvadamente.
Nos reímos y deja una botella de vino en la mesa. Me mira.
-¿Es verdad que no te emborrachas?
-Es verdad, al menos les gané a las chicas ayer, se fueron algo inestables- levanto los hombros.
-Qué envidia- dice sorprendida, nos sentamos- Yo con unos 5 creo que hablo en otro idioma. Pero de esos grandes.
-¿De ese bar en frente de una plaza? ¿De estilo rustico?- pregunto.
-El mismo- dice despreocupada- fuiste a ese. ¡Genial! Quizás algún día nos encontremos y te seduzca.
-Seguramente no pondré resistencia- ironizo.
-Entonces te retaré a "quien bebe más"- hace un puchero.
-Vas a perder- sabía que diría eso.
-¿A sí?- dice orgullosa- apostemos.
Quedo pensativa.
-Está bien. ¿Qué pides?- veo su rostro, Mimi... maldita pervertida.
-Un fin de semana completo contigo- Sentencia, no me lo esperaba.- Y... que me des una comida en la boca- dice burlona apuntándome. Que humillante...
-Pensé que pedirías...
-Jamás te pediría algo como eso- me dice con actitud de dulce niña- ¿Y tú?
-Sexo.- bromeo. Me mira como si no me conociera, no aguanto más y me río. Valió la pena. Se ríe algo rojita.
-Serás mi esclava por un día- digo seca.
-¡Eso es peor!- se sorprende.
-Oye tu pediste un finde, yo un día- frunzo el ceño. Me mira y yo frunzo más el ceño ¿Qué se cree?
-Hecho- dice entrecerrando los ojos y dándome la mano. Se la doy igual.
-¿Y un beso?- dice la listilla.
-No- me indigno.
-¿Y un besito?- sonríe.
-No- me indigno más.
-¿Y en la carita?- muestra una sonrisa como que no rompe un plato.
-Bueno, bueno- Bien... culpable, me gustan estos juegos con Mimi. Me acerco y se lo doy. Me regala una sonrisa reluciente, me ruborizo. Me gusta eso de ella, hemos hecho más... "Cosas" y sin embargo se emociona con algo como esto.
-¿Entonces me vas a contar?- sé a qué se refiere, le doy una media sonrisa.
-Sirve vino- nos reímos.
-Bueno empecemos con algo fácil. ¿Cómo son?- dice poniéndose de pie.
-A una ya la conoces, Mireya ¿Te acuerdas?
-um um- dice tomando la botella, mira por la cocina hasta que le apunto un sacacorchos- ¿La de pelo rubio y ojos claros? Del evento del libro.
-Esa.
ESTÁS LEYENDO
Ella es perfecta
RomanceMimi comienza un nuevo trabajo donde la conocerá a "ella" Miriam y a la cual le revolucionara la vida. Es una adaptación.