Capítulo 8

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   Jungkook tomo de mi brazo y recorrimos el interior de la casa hasta llegar cerca de la puerta principal donde se detuvo al ver a los dos hombres que estaban en la entrada.
Se quedó quieto mientras miraba a su alrededor.
Comprendí que trataba de hacer, toque su hombro y le señalé una gran ventana que estaban detrás de las escaleras.
Me miró sonriendo, cruzamos al otro lado para abrir la ventana que daba a un costado del jardín delantero.

Primero salió él de un salto y el momento en el que iba a salir yo no fue fácil, no podía subirme y saltar como si nada ya que traía vestido y tacones así que me tomó por la cintura con una mano y con la otra me cargó, pero no me soltó de inmediato hasta que camino a unas escaleras que estaban cerca y cuando termino de bajarlas me soltó.

Dimos vuelta hasta estar cerca de la parte delantera de la casa, donde me indicó que entrara a lo que -imaginé en cuanto llegue- era un laberinto.
Y si, era un laberinto que estaba lleno de pequeñas luces que se encargaban de alumbrar el camino para llegar a una fuente grande.

   Cuando llegamos a la fuente, Jungkook se sentó en unos bancos que estaban cerca de ahí a lo que yo lo seguí. Hasta ese momento me di cuenta de que habíamos corrido y no sabía por que. Era evidente que él no tenía la autorización para salir porque se detuvo en cuanto observó a los dos hombres que estaban en la puerta de su casa. Pero fuera de eso no estábamos escapando de nada y tampoco de nadie.

—¿Sueles correr con tacones?
—No.
—Pero incluso corriste más rápido que yo.
—Si, ¿por que corriamos?
Jungkook se volvió hacia mí.
—Por que se supone que yo tendría que estar en la cena presentándome con los futuros socios de mi papá. No enmedio de un laberinto acompañado de mi nueva compañera de clase.
Sonreí por un momento hasta que me levanté del banco.
—Entonces hay que regresar.
Jungkook hizo que me sentara de nuevo pero caí muy cerca de él, pero pareció no tomarle importancia.
—¿De que hablas?, fui yo el que arrastró a mi nueva compañera de clase hasta en medio de un laberinto.
—Pareces conocerlo bien para llegar hasta aquí sin perderte.
—Siempre vengo para alejarme de todos, así que me se los caminos de memoria.
—Eres más solitario de lo que pareces Jeon.
Sonrió y asintió.
—Una vez cuando era pequeño vine aquí con alguien muy especial. Esa fue la única vez que traje a alguien.
Mire la fuente que estaba en frente de nosotros.
—Eso quiere decir que soy la segunda persona que traes.
Miró hacía arriba cuestionando lo que dije.
—¿La segunda... persona? -aguardo un par de segundos y luego agachó la mirada.

Decidí que era el momento para preguntarle lo que me cuestione durante todo el día.
—¿Por que me tratas así?
Jungkook me miró sorprendido.
—¿Como te trato Seyeon?
—Ya lo sabes.
Inclinó la cabeza hacia atrás mientras se tapaba la cara con las manos, pensando en como comenzar y espero unos minutos para hablar.

—La primera vez que conocí a Jimin, no le hablé, pero él continuaba acercándose a mi. No le hablé porque realmente no creí que un chico tan genial como Jimin pudiera ser mi amigo, después de un tiempo, naturalmente comencé a hablar con él y nos hicimos cercanos -cruzó sus piernas y las comenzó a balancear mientras acomodaba su cabello hacia en frente para dejarlo como estaba antes y dejaba caer las manos en sus muslos-. No suelo hacer amigos con facilidad, me cuesta mucho hablar con la gente, así que cuando lo hago no se como tratarlos. Trato de ser agradable sin ser hipócrita pero nunca logro caerle bien a nadie y entiendo porque, tampoco soy estúpido, pero no lo hago con mala intención -me miró y con ambas manos tomo las mías-. Perdón Seyeon, si es que te traté mal, perdóname.

Lo miré por unos segundos y pude entender un poco más a Jungkook, aún que todavía no me cerraba del todo su comportamiento, podía entenderlo más.

—Tonto -me solté de su agarre y se quedó confundido-. Si me lo hubieses dicho antes no habría pensado que me odias.
Sonrió y se miró las uñas juguetonamente.
—Mmm... ¿Yo?, ¿Odiarte a ti?
Lo imite mirándome las uñas y hablando en un tono altanero.
—Lo mismo me pregunté, ¿Él?, ¿Odiarme a mi?
Jamás pensé que iba a escuchar una carcajada tan fuerte de parte de Jungkook.

eighteen | Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora