Capítulo 54

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   ¿Que carajos estas haciendo Seyeon?, esto no va a salir de la manera en que lo tienes planeado.

Hacerlo con Jungkook no te hará sentir cosas por él, no te hará no pensar en todo el tiempo que te mintió y todo el enojo que tienes guardado, no te hará perdonarlo, no te hará olvidar todo.

Detente Seyeon.

Hazlo por el bien de ambos.

—Seyeon... ¿qué pasa?

Sin darme cuenta, en un punto dejé de corresponderle a Jungkook.

Aún estaba sobre él pero mis manos ya no estaban paseándose por su pecho, ni mis labios estaban ansiosos por probar los suyos.

—Tu papá...

—Él no vendrá a interrumpirnos, ya lo sabes.

En eso tenía razón, cada semana que venimos a su casa, Jungkook y yo subimos a su habitación a veces a ver el cielo o a recojer algunos libros y su papá jamás nos había interrumpido, ni una sola vez.

Si necesitaba algo entonces le mandaba un mensaje a su hijo pidiéndole que bajara, pero nunca venía a la habitación de Jungkook.

Me levanté de sus piernas y él se vio un poco decepcionado quitando sus manos de mi cintura para dejarme hacerlo.

—Pero que tal--

—No estás sintiéndote culpable por Darim, ¿verdad?

Un poco, si. Y odiaba sentirme así por que no creo que ella haya tenido algún tipo de remordimiento por mentirme desde hace siete años.

Pero me sentía mal por estar con Jungkook sabiendo que a Darim le seguía gustando.

De alguna forma se sentía como que estaba vengandome de ella estando con Jungkook, aunque sabía que no era así y no tenía nada que ver.

Y si hablabamos de Jungkook, me sentía mal porque poniéndolo de esta manera, Darim y él pudieron haber tenido algo más si yo no le gustara a Jungkook.

Por otra parte, también se sentía extraño pensar en meterme con Jungkook cuando mi amiga ya lo hizo. Aunque ya no era mi amiga pero... se sentía incómodo por alguna razón.

Una razón que conocía bien pero que igual quería ignorar.

—Claro que no. Pero tenemos que ir a ver a mi papá todavía y no me parece que sea el mejor momento para ponernos guarros.

Tomó aire y se levantó de la cama también al igual que yo, mirándome con una mueca.

—Si tú lo dices...

Le rode los ojos sin que me viera y caminé por detrás de él cuando fue hacia la puerta de su habitación.

Cuando bajamos las escaleras y nos preparamos para irnos, el papá de Jungkook nos despidió con un abrazo a cada uno y nos entregó un libro de cocina para Sukjae.

—Salúdame a tu papá también Seyeon, tiene un tiempo que no nos vemos. Me parece que fue desde la última reunión.

—Lo haré, y gracias por la cena.

Una vez que salimos por la puerta Jungkook y yo bajamos las escaleras para ir directamente a su auto de color gris que había dejado estacionado afuera.

Se adelantó y abrió la puerta para mí del asiento copiloto pero aún no me miraba.

Subió del otro lado después de cerrarme la puerta y encendió el auto para irnos.

Una vez que llegamos a la avenida principal, seguimos avanzando sin decir ni una palabra hasta que en el primer puente, Jungkook se aclaró la garganta.

eighteen | Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora