Capítulo V

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Dejaron el hospital tarde esa noche. El doctor Adams le aseguró a Eiji que si seguían los cuidados que le había descrito, Jade no tendría problemas. “Es un chico muy fuerte” le había dicho al estrecharle la mano.

En el silencio nocturno, ambos viajaban en el pequeño auto que Sing le había insistido que comprara un año atrás. Jade estaba silencioso. No había dicho una palabra desde que dejaron el hospital.

Cuando faltaban pocos kilómetros para llegar, Eiji decidió romper el silencio.

-Está todo bien, Jade?- preguntó sin mirarlo.

-Sí.- respondió secamente.

-Tienes hambre? Quieres que compremos algo antes de llegar a casa?- Eiji lo miró de reojo. Esa sola palabra había hecho que los ojos de Jade se abrieran por la sorpresa.

-A casa…- murmuró

-Vamos, conozco un buen restaurante…-

-No, está bien. Cualquier cosa está bien.- repuso con el rostro inexpresivo, mirando por la ventana.

Eiji suspiró. Se preguntaba si Ash habría sido así a su edad. Después de todo Jade seguía siendo un niño.

-Oh, qué tal si vamos a comer a Mc Donald's? Escuché que es bastante popular…-

-No me gustan las hamburguesas.-

Lo había olvidado. Había olvidado que Ash las odiaba. Pero era difícil aún para él aceptar que ese chico sentado a su lado, que lucía totalmente distinto a Ash físicamente, a excepción de sus ojos, era la misma persona. Después de tratar de convencerse por doce años de que estaba muerto, y que no lo volvería a ver…

-Estas bien con ésto?- le preguntó Jade interrumpiendo sus pensamientos.

-Eh?-

-Sé que te rogué que me ayudaras para que no me llevaran al hogar de menores, pero...en realidad no era tu responsabilidad, sabes? Podrías haberme dejado ahí y quizás nunca te hubiera encontrado de nuevo…-

-O sea que si me iba no me hubieras buscado?-

Jade apretó los puños.

-Claro que sí…-masculló.

-Por qué?-

El chico parecía confundido.

-Solo...siento que es algo que debía hacer…-

-Es lo mismo para mí.- sonrió con sinceridad Eiji.

Ambos guardaron silencio mientras a lo lejos comenzaban a aparecer las casas de las afueras de la ciudad.

Finalmente hicieron una parada rápida en el camino para comer algo de sushi, mientras hablaban de cosas triviales. De alguna forma el chico se había relajado un poco luego de la conversación.

Cuando llegaron al departamento de Eiji en Greenwich Village, era pasada medianoche y Jade apenas podía mantener los ojos abiertos.

-Es por aquí…- le indicó Eiji, guiándolo por la entrada.

Jade caminaba cautelosamente tras él, mirando con curiosidad a su alrededor, mientras Buddy se aparecía meneando la cola para darle la bienvenida.
Jade pareció algo asustado, y retrocediendo un poco se aferró sin pensarlo a la manga de la camisa de Eiji.
-Oh, este es Buddy, es muy amigable así que no debes temerle. Sé que serán buenos amigos...-
El chico posó una mano tímidamente sobre la cabeza del can.
-Ohh, es muy suave!-
Eiji sonrió.
Buddy parecía realmente complacido por la llegada de alguien más a la casa, y de inmediato se apegó a Jade, quien parecía observar cada detalle del lugar.

Y Llegará un Nuevo Amanecer (Banana Fish, Ashura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora