Y Llegará un Nuevo Amanecer (Banana Fish, Ashura)

Capítulo XVI

-Chicos! Es hora de desayunar!- Shorter se asomó por la puerta de la habitación, pero al verlos aún adormilados, repuso sonriendo - Tomense su tiempo!-

Ash se incorporó rascándose la cabeza. No recordaba cuándo se había quedado dormido, y por la mirada confundida que le dirigió Eiji, tampoco él lo hacía. Ni siquiera se habían molestado en ponerse el pijama; Ash recordaba vagamente haber despertado por el frío y haber cubierto a Eiji y a él mismo con una cobija, para luego volver a acurrucarse sobre el pecho del mayor.

-Ah, Shorter se debe haber hecho una idea equivocada…- masculló bostezando perezosamente.

-Eh? Por qué lo dices?- Eiji se incorporó sobre la cama mientras se frotaba los ojos. Su cabello estaba hecho un desastre.

Ash lo miró un momento, divertido por la escena, pero prefirió no decirle.

-Tomaré un baño, Onii-chan…-

-Esta bien, apresúrate. También quiero tomar uno.-

-Cinco minutos…-

Una media hora más tarde, ambos estaban sentados en la mesa del comedor junto a los demás, disfrutando del delicioso desayuno que Nadia les había preparado.

-Volverán a casa después de desayunar?- preguntó Shorter con la boca llena.

-Sí, Ash tiene clases mañana, así que debemos volver…-

-Eiji no seas tan duro, no podría faltar unos días?-

-Bueno…-

-Claro que no.- lo interrumpió Nadia.- Shorter recuerda que aún no terminas la preparatoria, éste año si debes aprobar, así que ni pienses en faltar otro día…-

Shorter la miró haciendo un puchero.

-Está bien…-

-Veo que tu cerebro sigue igual de oxidado…- se burló Ash.

-Ya sabes amigo, la preparatoria no es lo mío. Apenas salga de ese agujero pondré un restaurante! Ey! Qué tal si lo administramos juntos?-

-No estoy interesado en servir comida a otras personas, además planeo ir a la universidad.-

-Eh? Bueno, supongo que eso va muy bien contigo. De todas maneras, si cambias de opinión ven a verme!- sonrió.- Eiji tú puedes venir a mí restaurante cuando quieras; todo lo que puedas comer sin tener que pagar nada, qué dices?-

-Heh, eso sería genial!- Rió Eiji.

-Eiji es muy amable para decir que tu comida china sabe horrible, Shorter…- le dijo Ash.

-Concuerdo con eso…- masculló Yan con la boca llena de pan tostado. Era increíble lo que se parecía a Shorter.

-Oh, este mocoso!- exclamó Shorter mientras frotaba su cabeza, despeinándolo.

Terminado el desayuno Ash y Eiji se prepararon para partir. El día estaba bastante frío, aunque el cielo estaba despejado y de un azul claro. El invierno ya se hacía sentir con fuerza sobre Boston.

-Chicos, prométanme que volverán…- gimoteó Shorter abrazando a Ash y luego a Eiji, mientras se despedían en la puerta de entrada.

-También eres bienvenido en casa, puedes venir cuando quieras.- Sonrió Eiji.- lo mismo va para Nadia y Yan.-

-No le digas eso a Shorter, Eiji, se quedará por días y no lo podremos sacar…- le susurró Ash al oído.

-Ey! Escuché eso!-

Ash le dirigió una sonrisa nostálgica.

-Me alegro que estés bien, Shorter.-

-Lo mismo digo, Ash. Nos volveremos a ver pronto! Adiós chicos! Eiji, si Ash te hace perder la paciencia puedes venir a quedarte conmigo!-

-Ni lo sueñes…- masculló Ash entrando al auto mientras hacía un gesto de despedida.

-Nos vemos!- sonrió Eiji agitando la mano para decir adiós, subiendo también.

El viento soplaba fuerte mientras el pequeño auto de Eiji se alejaba por las calles de la ciudad hasta alcanzar la carretera. Shorter dió un gran suspiro.

-Nunca había visto a Ash tan bien. Es como si su espíritu estuviera siendo reconstruido por completo...- le sonrió a Nadia que estaba a su lado.

-Tienes razón.- asintió la mujer.

-Espero que realmente esté bien cuando recupere los recuerdos del día de su muerte...-

-Estará bien. -Nadia lo miró un momento.- Tú lo recordabas cuando nos encontramos y lo superamos juntos, no es así?-

Shorter le sonrió.

-Siempre tienes razón, hermana. Debería dejar que eligieras a mi próxima novia.-

-En eso no puedo ayudarte…- rió Nadia mientras entraba a la casa, seguida de cerca por Yan y Shorter.