Capítulo 18

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Al llegar al parque me encuentro con Lucio, él estaba junto a un joven rubio y alto de ojos tan azules e intensos que parecían irreales, su pelo era tan rubio que parecía de oro y su piel tan blanca que parecía anémico, era larguirucho pero dotado de una belleza que parecía fuera de este país. Nos acercamos y cuando nos vio tomados de la mano, nos miró con cierta detención, parecía pensativo y analítico.

—Amor, te quiero presentar a mi amigo —dijo Eric un tanto eufórico. —Él es Wolfgang y es nuestro amigo de intercambio de Alemania.

El muchacho me sonrió y me quedé deslumbrado con su belleza, sobre todo porque la blancura de su sonrisa competía con la de su piel.

— ¡Mucho gusto, Arramis! —dijo con ese acento alemán tan marcado al hablar.

— ¡El gusto es mío, Wolfgang! —saludo con un fuerte apretón de mano.

—Lucio ocupó su lugar en el intercambio que hizo a Alemania, lo conocimos en nuestro segundo año —explicaba Eric. —Y ha venido por un congreso de computación al ser el referente y cabeza de su universidad.

— ¡Increíble! —exclamé sorprendido.

— ¡Bien! ¿Por qué no vamos a tomar un café por ahí? Hace frío como para estar parados en medio del campus hablando —expresa Lucio frotándose las manos.

— Los arrgentinos no saben nada sobrre el frrío —dice Wolfgang con gracia en su voz.

Los tres reímos y nos dirigimos al auto de Eric mientras me daba cuenta que Wolfgang iba ligero de ropa, apenas llevaba una sudadera verde y unos jeans ajustados que lo hacían ver más delgado. Dimos unas cuantas vueltas a la ciudad antes de ir a tomar un café, cuando por fin llegamos, Wolfgang y yo nos dirigíamos a una mesa mientras Eric y Lucio iban a comprar. Elegimos la mesa de una esquina frente a un ventanal mientras hablábamos, yo estaba interesado de donde provenía y quería saber más.

— ¡Que alucinante hacer un viaje de intercambio, debe enriquecer culturalmente de una manera que no imagino! —exclamé extasiado.

—Es lo más, deberrías hacerrlo algún día —dijo Wolfgang.

—No creo, hay que ser muy inteligente para hacerlo, además no tengo ni la más remota idea de como se habla alemán —respondo.

—Erric dice que erres muy inteligente —replica.

—Eric es mi novio así que no me sorprendería que exagere las cosas —respondo. — ¿Cuándo vuelves a Alemania?

—Mañana.

De repente veo entrar a Facundo con el uniforme de guardia de seguridad privada, no podía creer cuán empeñado estaba el destino en cruzarnos. Wolfgang al parecer lo percibió porque volteó la cabeza para mirarlo, Facundo por su parte paró unos segundos y se quedó mirándonos como si fuéramos algo particularmente inusual. Hizo una mueca de asco y se fue hacia los vestidores de empleados del local.

— ¿Lo conoces? —preguntó.

— ¿Qué? —digo saliendo de mi ensimismamiento. —Ah, sí, es un compañero de la facultad.

—Veo que no se llevan bien —aventuró.

—En realidad no, es homofóbico y varias veces él...

—Siente atrracción hacia ti —interrumpe inesperadamente.

La afirmación de Wolfgang me dejó perplejo.

— ¿Qué? ¡No! —exclamé pálido, podía imaginar un millón de cosas por la que me odiara pero no una que sintiera atracción por mi.

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2021 ⏰

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