Me pasé los días que quedaban después de navidad y antes de año nuevo, ignorando los mensajes de Matías y el único mensaje de Marina, que podía o no podía ser un simple emoticón.
Hoy día se terminaba el año y aunque el gran momento que había tenido en navidad me había despejado algunas cosas, tengo que aceptar que estaba realmente confundido con el asunto "Matías" y que por ello cobardemente decidí hacer que no existía. Oh... Y volvía de nuevo esa palabra: "cobarde", ya era casi como mi segundo nombre, Santiago se había referido a mí con ella, mi cerebro se refería así de mí, era terrible. Y porque quería cambiar algunas cosas, algo así como una suerte de lista de propósitos para comenzar el nuevo año, decidí levantarme de mi escritorio y hacer algo por el asunto.
Antes de darme cuenta de lo que hacía estaba en una cafetería de una cadena bien reconocida, esperando por Matías, quien podría o no aparecerse, por la manera en que lo ignoré la semana recién pasada.
Sabía que era mucho pedir, y estaba dispuesto a esperar una hora y media por él, pero tan solo a los treinta y ocho minutos pasados, un chico con una mueca de preocupación apareció por la puerta, me sentí un poco mejor al ver que no parecía estar enojado.
—¿Acaso te fuiste al extranjero y acabas de volver? — Fueron las primeras palabras de Matías, dichas de forma algo brusca, contradiciendo su semblante.
—No, perdona— Mi disculpa suena insegura, es lo usual no se me da bien esto de pedir perdón, pero al menos no le contesté con sarcasmo, eso para mí es un avance.
—Está bien, no tenías que pedirme disculpas tampoco— Matías dice una vez ha suspirado cansado. Y aunque se que en esta situación está mal, me pongo a leer lo que pasa por su cabeza.
"Mierda, ahora parezco una novia celosa, ¿qué me está ocurriendo? No somos nada aún, detén tu caballo Matías"
Cuando sé que es lo que le molesta, casi me largo a reír, no porque me hiciera gracia, sino por puro nerviosismo, me percato a la par que se ha quedado en silencio y ahora estamos tan solo sentados uno frente a otro, sin decir nada, vaya esto si que es incómodo.
"No sé que decir, ¿Qué se supone que le pregunte ahora? Onda: ¿Te gustan los weones? O, espera... entonces, eres gay ¿o no?"
Desvío mi mirada sin saber exactamente la respuesta a su pregunta no dicha, la verdad es que disfruté mucho mas del intercambio de saliva con él, que con Marina, pero no sé.
—¿Cómo supiste que eras gay? — Mi pregunta suena algo desubicada, tomando en cuenta que nadie ha dicho nada hace unos minutos. Matías se muestra sorprendido, pero al rato vuelve a suspirar casi como si me comprendiera.
"Asumí que no salías del closet todavía por lo que me contaste, pero pensé que el tiempo en el que desapareciste te lo tomaste para pensar sobre eso"
—Creo que es diferente para cada quien, para mi resultó que me descubrí mirando más tiempo a los weones, me fijaba mas en sus atributos físicos, me ponía nervioso cuando un weón que consideraba atractivo se me acercaba, sentía que enrojecía y todo eso, pero no sucedía lo mismo con las minas, para mí nunca fue un problema que tuviera otras preferencias— Las palabras de Matías son dichas con fuerza, sin duda alguna, parece ser el tipo de persona que le calla la boca a cualquiera.
"No sé cómo fue para ti, viendo como estás, supongo que sería mejor que pensaras al respecto, no debería hacerme falsas ilusiones... Todo porque me pareciste lindo, yo y mis gustos"
Miré inmediatamente hacia abajo al saber lo que pensaba, no sé, pero nadie había dicho algo así de mí, o sea, nunca a nadie le había parecido lindo, ¿acaso esto es lo que llaman un elogio?
—No sé muy bien cuales son mis preferencias, pero quiero que tengamos contacto— Hice mi mejor esfuerzo para sobrellevar el nerviosismo y mirarle a la cara, cuando le ofrecía algo así como mi amistad. Matías parpadeó sorprendido y ofendido.
"¿Acaso me está poniendo en la friend zone?"
—¿Y cómo has estado? — Cambio totalmente de tema, esperando por lo mejor, porque ya no sé hacia donde está llevando la conversación exactamente. Matías vuelve a suspirar.
—Eres extraño, pero creo que tu rareza te hace especial... A ver... Navidad fue buena, divertida, la Mari estaba más animada, le dije que fuiste a mi casa, y que de alguna manera me dijiste que sentías ser tan idiota con ella en su cumpleaños, no le conté lo que pasó en mi casa eso si, así que no te preocupes—
—No me preocupa que lo divulgues... Me gustó— Dije sin pensarlo mucho, Matías me miró nervioso, podía ver como sus mejillas enrojecían.
—No digas cosas, así como así—
—Ok... Yo... La verdad este tiempo que estuve desaparecido... Hablé con mis padres sobre mi hermano— Matías me miró con preocupación, y es que estaba seguro sin necesidad de ver que pasaba por su cabeza, que recordaba mi afirmación en su casa en donde le dejaba seguro que yo solía tener un hermano.
—¿Qué pasó? — Su voz sonaba insegura, y claro, si Matías fuese cualquiera no le contaría nada de eso, pero Matías era seguramente en los últimos tiempos, la única persona en la que veía una especie de confianza.
—Se llamaba Santiago, mayor que yo por un año y tres meses, falleció en un accidente. La navidad trae todo el asunto de la familia consigo, ¿no? — Mis reflexiones sonaban apagadas y de seguro parecía que me largaría llorar o algo así, porque Matías tomó una mis manos, como si pudiera darme fuerzas a través de ese gesto. —Sucede que él era genial y yo no le llego ni al suelo que pisaba— Lo último lo dije sin ánimos, ya ni siquiera molesto de mis súbitas ganas de compartir mi penosa vida. Desvié mi mirada y seguí hablando.
—Él me dijo que era un cobarde y por mucho tiempo, odié que lo dijese, pero la verdad es que últimamente me he dado cuenta que si... Lo soy, un completo cobarde, siempre lo he sido... Por eso me pregunto si podría haberle salvado, porque a estas alturas creo que alguien como yo no habría sido capaz— Matías se me quedó mirando, mostrando comprensión, un silencioso entendimiento.
"Habla, te escucharé, tengo tiempo"
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SUPERHÉROE
Teen FictionTomás tiene la habilidad de leer mentes, escuchar los pensamientos de los demás, darse un paseo por las cabezas de las personas... ¡llámalo como tú quieras! El asunto es que su vida es una m*erda por eso. Anteriormente conocido como "confiado". *NOV...