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Los fuertes motores se abrieron paso por el sepulcral silencio del patio de la casa de los Onawa.

- ¡TALA! - La voz de Jacob resonó por toda la casa, al no tener respuesta un pitido del claxon insistió.

- Cierra el pico - la pelinegra por fin salió de su casa ataviada con su chamarra de cuero negro a juego con sus jeans y su playera y un lindo gorro de aviador la coronaba

- ¿Hoy vas a cazar? - la burlona voz de Owen desconcentro a Jacob de casi desnudar a la chica con la mirada

-  Tal vez - tomó asiento en la moto del más alto - ¿Nos vamos? - el chico piso el acelerador con un sonrisa.

- ¡ESPEREN! - La puerta fue azotada detrás de la castaña, está corrió hacia ellos - Yo también voy - rápidamente intento subir a la moto de Owen torpemente

- ¿Tienes permiso? - a Tala no le agradaba la idea de ir a fiestas con la pequeña, siempre intentaba distanciarla y protegerla del camino que llevaba ella, además claro si iba seria una carga para ella y no podría disfrutar la fiesta al cien.

- ¿Tu lo tienes? - dio un leve brinquito y por fin pudo subir a la motocicleta del beta.

Ninguno de los tres jóvenes iban agusto con la presencia de Maka, los 5 años de diferencia que tenían con ella les hacía difícil no verla como una niñita a quien proteger y sobre todo con ese vestido rosa y zapatos a juego y con el dulce aroma a caramelo que despedía por su naturaleza Omega.

La fiesta estaba en su apogeo, la cabaña estaba repleta y el jardín estaba a reventar, esas eran las fiestas y la vida que llevaban los tres amigos, los cuatro caminaron a paso rápido, no era necesario que pidieran permiso para pasar, la misma gente les abría paso, genética o lo que fuese irradiaban belleza y liderazgo por lo cual eran un imán de personas populares y la reina era Tala.

- ¿Si sabes que lo menores de 12 años no están permitidos aquí verdad? - Jim apareció con un vaso rojo en la mano y miró burlonamente a la de vestido rosa

- Tengo 16 - susurró la pequeña del grupo un poco enojada, pero su hermana se atravesó entre Jim y ella

- me hago responsable de esta pulga - le Quito importancia a la chiquilla - Dime que hay vodka en tu cocina -

- solo lo mejor para La reina - le dio un sonoro beso en la mejilla a su amiga - Ven quiero presentarte a alguien -  rodeó con el brazo la cintura de la pelinegra guiandola entre la gente, Owen encontró a sus amigos y huyó del lado de Maka, mientras que Jacob se había escabullido por ahí sin ser visto, dejando sola por completo a la castaña.

El corazón de Tala comenzó a latir rápidamente cuando por fin prestó atención a su entorno, aquel embriagador aroma tomó nuevamente por completo sus instintos y entre más se acercaban a la cocina el aroma se intensificaba, quitó aquel gorrito y alborotó su larga  cabellera color de la noche, hizo un nudo en su playera dejando al descubierto parte de abdomen, eso no pasó desapersivido por Jim, una sonrisa surcó su rostro y lamió sus labios.

La cocina al contrato de lo que penso estaba casi vacía, solo había 3 chicos ahí dentro, reconoció rápidamente al Moreno con Olor a mar y al chico de regordetas mejillas, el tercero estaba de espaldas a ellos.

- Chicos - el rubio aferró más el agarre a la cintura de la Morena - Les presento a Tala - el orgullo brotaba por cada poro del chico

- Hey - hizo una pequeña seña con la cabeza - Soy Tala Onawa, un gusto -

El mundo se detuvo por un segundo cuando el chico de piel pálida se giró hacia ella, sus miradas se cruzaron ignorando todo a su alrededor, el ese chico de ojos felinos y cabello plateado era el dueño del aroma más exquisito del mundo el cual dominaba por completo a la Alfa de pelaje negro.
Por un momento deseo estar en su piel de lobo para que el chico la acriciara y mimara como aquel día, sin perder más tiempo la chica se acercó a el deshaciendo el agarre de su amigo bruscamente, se acerco al chico y depósito un beso en su mejilla como forma de "saludo".

- Demonios Tala - Jim la despego del chico del cabello plateado - En Corea no se hace eso - miro a los chicos apenado y un poco enojado - lo siento chicos, ella no sabía -

- No te preocupes, puedo acostumbrarme a esto - La profunda voz del pálido hizo estremecer a la pelinegra - Me llamó Min Yoon Gi - extendió su Palma a la chica lo mas lento que pudo, la necesidad de contacto le estaba ganando la batalla y no quería parecer un necesitado.

- Un gusto - la delicado voz de la chica embeleso el odio de Yoongi, quien inmediatamente imaginó miles de canciones siendo cantadas por ella - Perdón si te incomode - el chico nego rápidamente.

- No te preocupes, el choque cultural es divertido - por fin el Moreno habló y no se quedaba atrás, su voz fuerte junto con su apariencia era perfecta, además que con los holluelos que adornan sus mejillas lo hacía ver tierno - Yo soy Kim NamJoon y el pequeño de ahí es Jimin - el mencionado se acercó a ellos

- Un gusto Noona - la chica lo miró raro pues no comprendió una palabra.

- Noona es como hermana mayor o algo por el estilo, ya sabes modales de Corea - Jim le tendio un vaso rojo lleno de Vodka y jugo de fresa

- Gracias - sonrio tiernamente hacia el pequeño rubio - El gusto es mío chicos - inclinó su vaso hacia ellos y lo chocó con cada uno- ¡Salud! -

La fiesta era todo un caos, gente borracha hasta el tope, mujeres bailando sobre la mesa, parejas casi teniendo relaciones en pleno pasillo y sobre todo drogas por todos lados, pero a Tala no le importó nada de eso después del cuarto vaso de Vodka o Wisky ni siquiera sabía que le daba Jim, ella solo movía le cuerpo al conpas de la música.

FALL DAYS M.Y.G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora