Tus metas, las mías, las nuestras... «MinKey»

«9»

—La operación fue todo un éxito. —El doctor informó al trío que yacía esperando en la cómoda sala.

Sí, Minho había pagado no solo la operación, sino que había hablado con su hermano Siwon para transferir a papá suegro al hospital donde laboraba su hermano mayor por prestigio y comodidad de sus suegros.

—¡Menos mal! —Suspiró aliviada mamá Kim.

Kibum se dejó caer sobre el cómodo sofá de cuero para poder asimilar la buena noticia y Minho, pues él simplemente decidió sonreír y agradecerle al médico por la exitosa labor de mantener a su suegro a salvo, después de un rato de tranquilidad y paz, Kibum se puso en pie para ir donde yacía Choi de pie frente a la ventana.

—Gracias. —Sonrió agradecido, sus ojos se cristalizaron debido a la emoción.

—¿Por? —Minho contuvo el impulso de abrazar al más bajo para retenerlo contra sus brazos y eliminar cualquier rastro de lágrimas.

—Por salvar a mi papá, sé que me he portado un tanto distante y debo disculparme por ello, es solo que la noticia me tenía muy afectado. —Kibum relajó sus hombros, más feliz que nunca.

—Bueno amorcito corazón —Y ahí iba Minho a fastidiar de nuevo sus cinco minutos milky way de Kibum—, me lo agradecerás muy bien en la luna de miel.

—¡Ah ya vas a empezar!

—¡Tengo derecho! Está en la constitución... —Expresó sonriente.

—¿Cuál?

—En la de esposos. —Se burló sin dejar de mirar a su compañero.

—¡Payaso!

—Así le gusto a papá y mamá.

Para mala o buena suerte de Kibum, Choi tenía razón respecto a que el hombre era del agrado para sus padres, fue Minho quien levantó el ánimo de papá suegro prometiéndole que haría memes de su hijo cuando se casaran, la emoción de la boda hizo que el señor Kim tuviese el positivismo en salir de aquel aprieto y ahora que lo había logrado no podía esperar a que su celular vibrara con la notificación de las fotos de su hijo, era tan memeable... como su madre.

—¿Hijo? —La señora Kim interrumpió la infantil pelea al acercarse.

—¿Qué sucede mami suegra?

—Quería darte las gracias —Minho supo en aquel instante de quién había heredado lo llorón el pequeño Kibum puesto que la mujer comenzó a llorar y posteriormente se abrazó a él como un koala—, sin ti la vida de mi esposo ahora sería nula.

—No me agradezca...

—¡Ahhh! —Gritó asustando al dúo confuso— ¿Por qué no soy más joven? ¿Por qué? ¿Por qué? —Se abrazó más al hombre no pudiendo evitar toquetear su espalda con sus manos— Si Kibum no te valora lo patearé lejos de mi vida. Tengo un yerno tan bueno que no me importaría romper el estereotipo de la edad.

—Ma...mamá suegra...cálmese. —El hombre intentó soltarse de su suegra quien se pegó como él a tal grado de que sentía que en cualquier momento se fusionarían sus cuerpos.

—¡Mamá! —Kibum jaló del brazo a su madre y frunció el ceño— Calma la hormona.

—¡Ay hijo! Es que... mira nada más que yerno tengo...

—¿Deforme y feo? —Key soltó una baja risa.

—Deforme y feo naciste tú, pero él... uf, que yerno. —La coqueta sonrisa hizo a Minho retroceder lentamente al sentir que su suegra era una asalta cunas.