«19»

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El sol a todo lo que daba bañaba con sus alegres rayos a la pareja recién casada, aquella que corría por toda la playa, por favor adjunte a su imaginación a un pelirrojo corriendo de lo más feliz con el traje de la boda mientras reía o eso parecía gracias a que su cara abochornada iba desde la risa hasta las muecas, detrás de él iba Minho sin camisa corriendo como loco, sumándole a esta hermosa y romántica escena se le adjunta la canción chariots of fire de Vangelis, la melodía perfecta para esa conmovedora escena... ¿o no?

Bien, cambiemos un poco esa hermosa canción para agregarle jaws de John Williams y pongámosle un poco más de audio a lo que realmente ocurría, tenemos a Kibum corriendo con esa extraña cara de sonrisa y mueca, agregándole audio podemos escucharlo gritar eufóricamente de miedo mientras suplicaba no ser asesinado cruelmente y detrás de él podemos escuchar a Minho decir balbuceos incomprensibles acerca de lo bien que lucía el trasero de su ahora esposo, sí, definitivamente una canción puede cambiar el escenario.

Kibum jamás había corrido tanto, jamás había cometido tal acción al sentirse posiblemente violado por un hombre como el que le perseguía por toda la playa y los alrededores, poco le importó llenarse de arena cuando cayó gracias a la torpeza de sus rápidos pies, Minho lo iba siguiendo con una sonrisa de depravado sexual que daba más miedo que las botas de sayayin que su madre le había comprado como regalo, definitivamente Minho había perdido la cordura al estar con resaca, en una casa abandonada, en un lugar de lo más lejano y con el sol a todo lo que daba.

—Minho no.

—Bummie sí, oh ven aquí que quiero ser tu payaso.

—¡Oh no! Estamos casados pero en ningún momento haremos válido este matrimonio, recuerda que me odias —Kibum se internó de nuevo a la casa, fue veloz a la cocina buscando algún arma, tomó un pequeño sartén antes de correr como un gato asustado—, nos odiamos mutuamente.

Huyó veloz de las garras de Minho quien por poco le atrapa, ambos estaban cansados, sudorosos y aun no eliminaban del todo el alcohol de sus cuerpos, quizá por eso Choi comenzó a actuar así de raro para con Kibum, el pobre pelirrojo sin pensarlo dos veces, se encerró en una habitación era la única que contaba con seguro en la puerta, sin embargo se olvidó colocarlo por ver qué lugar era, su sorpresa no fue grande puesto que se encontraba en el baño, con sus dos manos sujetó por el mango su mortal arma, se sentía en una película de terror donde el asesino lo perseguía hasta lograr matarlo.

La puerta se abrió lentamente, el pelirrojo estaba sudando a morir, sostuvo firmemente el sartén y se ocultó detrás de la puerta hasta que esta se abrió por completo dejando ver a un moreno de lo más bronceado por el tiempo pasado en el sol, buscó veloz a su presa y justo cuando estaba por girar el cuerpo su cabeza recibió el fuerte impacto de un sartenazo que lo noqueó al instante, el cuerpo cayó de golpe dejando a un Kibum doblemente asustado por matar a su asesino.

—¡Oh por Dios! —Kibum miró el objeto del delito y lo arrojó lejos— ¡Ay carajo, lo maté! —lentamente se acercó a su atacante para picotear con su índice sobre su espalda, recibiendo a cambio un nulo movimiento— quedé viudo el primer día de casados, oh mi Dios...

El pelirrojo rodeó el cuerpo para salir del cuarto de baño, buscó en la cocina algo para revivir a su esposo pero no encontró nada, era muy tonto buscar un desfibrador debajo del lavabo pero al parecer él no pensaba igual ya que buscó en el lugar antes mencionado, al no encontrar nada volvió a donde yacía el difunto, usó el método tradicional de llenar una cubeta con agua templada y dejarla caer sobre la espalda y cabeza ajena.

Minho reaccionó, parpadeó aturdido y con un severo dolor de cabeza, intentó moverse pero las fuerzas le fallaron, apenas alzó el rostro un sartén hizo acto de presencia, frunció el ceño confundido antes de ver lentamente la mano, el brazo y finalmente el rostro de quien sostenía el mortal objeto.

Tus metas, las mías, las nuestras... «MinKey»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora