Capítulo 25: ''Te queda la ropa de hombre''

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Maratón 3/5

En ese momento no supe que contestarle, en mis adentros gritaba un ''SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII'' incontenible, pero esto no era parte del plan. Danielle y yo nunca hablamos de ser novios hasta el final, pues él hace muchos años ya que no tenía una novia, pues sus novias habían sido escasas y muy serias, y las relaciones que había tenido eran las que sus padres le habían arreglado pero él terminaba deshaciendo la relación. Era la primera vez que Harry le pedía a una chica que fuera su novia. No sé qué concepto tenía el de novia, y no era el momento para averiguarlo, necesitaba hablar con Danielle inmediatamente sobre esto. No sabía si hacerle casi a mi cerebro o a mi corazón.

-________(tn), está bien, no tienes que responder todavía- dijo Harry dándome un dulce beso en la mejilla.

-Gracias- le dije suspirando. Era el agradecimiento más real que había tenido en toda mi vida.

-Mira, ya son casi las 4 a.m. Tal vez estés algo cansada y quieras ir a recostarte- dijo muy gentil.

-Claro.

Nos salimos del jacuzzi, el me cubrió con una toalla y nos dirigimos hacia la casa. Subimos las escaleras y llegamos al pasillo de los dormitorios, llegamos a la puerta de la habitación de Danielle. 

-Bueno, creo que nos veremos en unas horas.

-Sí, tenemos que ir a terapia- dije sonriendo.

-Terapia para llevarnos mejor- dijo irónico.

-Nos vemos, mi princesa- dijo dándome un abrazo.

-Adiós, Harry- él me dio un beso en la mejilla y siguió el pasillo hasta que entró a la habitación del fondo.

Exhalé, me volteé e intente abrir la puerta del dormitorio de Danielle, pero la puerta no se abría, forrajeé pero nada, traté de golpear pero Danielle no respondió. Yo estaba empapada en traje de baño afuera del cuarto de mi mejor amiga. Me vi forzada a pedirle ayuda a Harry, era el único que estaba despierto, molestar a Frederick o alguien del servicio hubiese sido grosero, eran las 4 a.m. así que seguí el pasillo hasta que llegué a la última habitación, me envolví en la toalla y golpeé. A los segundos abrió Harry.

-¿Qué pasa?- dijo riéndose.

-Danielle ya se durmió y no me abre... ¿puedes abrir alguna habitación de huéspedes?- le dije poniendo mi mano en mi cadera.

-Eso no se podrá, princesa. Solo Frederick tiene las llaves de todas las habitaciones, y a esta hora tendríamos que irlo a despertar.

-¿Cómo? ¿Por que encierran las habitaciones?- pregunte ignorante.

-Pues no tenemos visitas tan seguidas, y siempre que vienen se instalan temprano no a estas horas de la madrugada. Nadie entra ahí así que se mantienen así.

-Ya entiendo, bueno...iré al sofá- dije dándome la vuelta.

-Espera...-dijo poniéndose enfrente de mi.- No te quedaras en el sofá si mi cuarto está disponible.

Ya entendía, el trataba de hacerse el amable para llevarme a su cama.

-No, gracias. La verdad no sería correcto...

-________(tn) te estoy ofreciendo mi habitación para ti, yo puedo dormir en el sofá- dijo tomando mi mejilla.

Ok, esto ya no era normal. ¿El me daba su cama, su habitación y aparte dormiría en el sofá?

-¿Me prestarías algo de ropa?

-Claro, entra- dijo señalándome hacia adentro. Yo entre, Danielle tenía razón la habitación de Harry era enorme (foto ←←)

Entro a un armario enorme y saco una camiseta azul y me la dio.

-¿Es tuya?

-Claro, que piensas que tengo ropa de niña en mi armario- dijo con ironía.

-No claro que no- dije riéndome. Lo quede viendo por unos instantes.

-Ah sí, claro- Dejare que te cambies- salió de la habitación.

Me la puse y me quedaba un poco grande, era lógico, Harry era más alto y recio que yo. Abrí la puerta y no estaba, me dirigí hacia el living y ahí estaba sentado.

-¿y? ¿Cómo me queda?- dije parandome frente a él. Él sonrió.

-Perfecto, te queda la ropa de hombre.

-Tonto- le dije sonriendo.

-Ya debes ir a descansar- dijo levantándose. Fuimos hacia su habitación. Me recosté en la cama, Harry me abrigo con una de sus colchas y me dio un beso en la frente. 

-Que descanses- dijo retirándose.

No estaba completamente segura de lo que iba a hacer, pero me arriesgue.

-Harry, espera- él se volteó.

-Quédate conmigo...-él sonrió. Él ya se había cambiado, estaba con un pantalón de pijama y una camiseta.

Se arrecosto al lado mío y me abrazó.

-Buenas noches- le dije.

-Buenas noches- me respondió. Cerré los ojos y luego de eso no recuerdo nada hasta la mañana siguiente...

† Mi Perfecta Pesadilla †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora