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como el publico decidio, seran 2 capitulos de este hermoso fick. tan loco y fumado. ademas, extrañaba continuarlo xD iniciamos con la foto del hermoso Yusaku. tan sexy y peludo.

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Sin embargo, no todo es familiar para la pareja. En ocasiones los dos dejaban a los bebés dormidos en su caja y tras asegurarse que uno de sus humanos estuviera cerca. ellos salían un rato a tomar aire.

Sin contar con las secciones de Spa de la caprichosa minina así como las cepillada a su pelaje tanto para su esposo como para si misma. Yusaku y Ryoken tomaban el sol juntos mientras están tirandos en el césped fresco en las mañanas o en su defecto juegan y cazan algunos insectos para comer y para relajarse.

En una mañana a mediados de otoño, Yusaku llevó a Ryoken a pasear en la tarde para desprenderse un rato de sus deberes paternos. Caminaron juntos por la calle entre las hojas amarillas y el suave viento fresco.

De vez en cuando Ryoken volteaba a ver la casa donde dejo a sus bebés  con la tentación de regresar. Pero su esposo la animaba a seguir mediante ronroneos y uno que otro empujón. Su gatita merecía salir un rato a estirar su hermoso y peludo cuerpo. Así que caminaron un rato más vagando por la calle, incluso visitaron a Takeru. El perrito estaba muy contento de ver a su amigo gato y a la gatita después de tanto rato. El can se había preguntado porque su amigo felino se ausento mucho y porque huele un tanto distinto.

Pero lo que le llamó más la atención del Akita de alegre personalidad fue que detectó en Ryoken un aroma particular. Además de si misma, olía a algo que le traía nostalgia y un cosquilleo en el corazón. Le recordó brevemente cuando fue más pequeño y aún vivía con su madre antes de que su humano lo llevara con él.

Takeru dio un par de saltos para alcanzar a la felina quien me veía con usual indiferencia desde su rama del árbol mientras Yusaku empezaba a darle unos cuantos manotazos para mantenerlo alejado de su esposa y de paso calmarlo.

Tras unos frustrantes minutos para el perrito. Takeru se hecho en la tierra a refunfuñar por no alcanzar a la pretenciosa gata blanca y su aroma peculiar. No pasó mucho para que Yusaku bajara con el y le diera unos cuantos golpecitos con su cara para animarlo un poco.

No es que le hubiera dejado tocar a su esposa pero tampoco dejaría triste a su amigo perro.

Esto animo a Takeru y rápidamente empezaron a jugar con el gato azul ruso. Bajo la atenta mirada de Ryoken en su rama, el par jugaba por el jardín del malhumorado humano del Akita. Ryoken al ver a su marido entretenerse como un cachorro, se dispuso a irse. Su instinto le dice que sus bebés tienen hambre y ya los dejó mucho tiempo solos.

Haciendo ondear su lazo verde con un cristal amarillo por su pasito veloz, regresó a la casa de Yusaku entrando por la puerta de atrás y fue al escondite de sus mininos. Tal cual como ella sintió, sus gatitos ya estaban maullando por comida y están removiendose por dentro de la tibia caja.

Mediante pequeñas lamidas a sus tiernas cabezas y ruidos suaves para darles confort, se recostó con sus bebés y dejo que lentamente se acercaran para disponer de su leche. Poco a poco la caja se fue poniendo silenciosa excepto por los ruiditos que hacen los gatitos al comer o pelear por una tetilla en especial. Ryoken bufa un poco esto y los lame para darles tranquilidad. Poco a poco la gata de glamoroso pelaje se fue durmiendo mientras que con su cola cubría a sus bebes.

-mew- escucho un maullido distinto a la de sus cachorros. Era Yusaku quien se asoma, pidiendo permiso para entrar a la casita. Ryoken sabía que el macho no tardaría en darse cuenta que ella ya no estaba y no dudaría en darle alcance. Así que volviendo a recostarse fue la forma darle permiso de entrar. Tras darle unas lamidas cariñosas a la felina. El azul ruso entró a la caja y se acomodo junto a su esposa e hijos.

días gatunos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora