Para Yusaku fueron los días más felices de su gatuna vida.
Aunque le dolía la pata horrores y el mini esclavo le daba "comida" de sabor asqueroso y pegajoso que aunque jamás admitirá que le ayuda con el dolor.
Todo Valía la pena porque durante esos días, su Ryoken estaba junto con el. La gatita de hermoso pelaje blanco vivía en su territorio, dormía en su cama y comían del mismo plato. No paraba de ronronear cuando su minina le lamia sus bigotes cuando tiene rastros de carne en ellos o le ayudaba a ponerse más guapo cuando le pasaba su lengua por su pelaje.
Yusaku también consentia a su ya oficial esposa. porque si, es su esposa en el momento que la gatita aceptó dormise con él en el mismo cajón de calcetines donde toma sus siestas.
Su lugar sagrado que el desgraciado de su humano oza quitarle calcetines.
Además de que el esclavo humano de ella le puso una especie de collar color verde con destellos amarillos. Muchas veces se lo intentó quitar, pero su minina lo convenció de que se veía muy guapo con el.
Aunque no podía cazar por el momento. le dejaba el trozo de carne más grande del plato para que se recupere así como lamer la herida de su tripa (que esperaba llenar pronto con gatitos) cuando le pican esos hilos duros. Después de todo, su valiente gata sufrió mucho daño y agradecía a cualquier deidad que la dejara con el aun.
Yusaku aún no podía creer del todo que Ryoken fuera los suficientemente valiente para enfrentarse a ese perro pero también le daba la seguridad de que ella no es indefensa y que protegería bien de sus crías.
RyoKen por su parte, aunque molestaba su cuerpo por los golpes, se sentía cómoda en compañía del macho de ojos verdes esmeralda. Se podía relajar completamente porque sabía que el esta cerca.
Aunque en ocasiones el desgraciado macho le insistia al punto que tenía que darle zarpazos para reclamar su espacio o meterse en su caja de trasporte. siendo más grande que ella, Yusaku no cabía dentro y se la pasaba maullando para que saliera de ahí o se dormía arriba de la caja esperando que saliera.
Fuera de eso, su vida es cómoda ahí con el.
Jiin se hacía cargo de los mininos mientras Spectre no llegaba de la universidad o su trabajo. Su hermano se había enfrascado en un nuevo trabajo contra peleas clandestinas de perros junto con Kengo Dojun. No el molestaba cuidar a los gatos solo, es su pasatiempo durante las vacaciones.
Los lleva a sus consultas para valorar su estado físico. Para su buena suerte, Yusaku ya no necesita el vendaje y Ryoken le retiraron los puntos, nada más dejándole una pequeña sección con pelo corto que la felina bufaba molesta porque se veía rara aunque Yusaku le lame su seccion sin mucho pelo para animarla.
Además es divertido verlos.
Una ocasión, Ryoken terminó con un calcetín atorado en su pata debido a su garra. Seguramente Yusaku se lo dio como regalo o se durmieron juntos de nuevo en el cajón de ropa interior de su hermano.
Hasta la fecha aún no entiende que le ve a los calcetas.
Duro largo rato tratando de quitárselo, el azul ruso terminó incluyendose para terminar igual de enredados y hechos bolita en el piso.
Otro día, Yusaku perdió de vista a Ryoken. El pobre gato macho de ojos verdes se la pasó maullando por toda la casa buscándola cuando la minina estaba dormida en el lavamanos del baño. Cuando la encontro, le dio unos cuantos golpecitos con su pata para terminar ronroneando y metiendose con ella en el lavamanos.
En ocasiones, Spectre volvía temprano y aunque podría irse a descansar, prefería pasar tiempo con Jiin y relajarse cuidando a los gatos así como disfrutar de la compañía del menor de los Kusanagi. Hasta que llegaba hora de irse y el platinando se lleva a la minina a su hogar para traerla al día siguiente.
Pero ese día lo tenía libre y lo aprovecho para peinar a su gatita en la cómoda sala de Soichi y Jiin, mientras veían una película con este último. Ryoken ronronea de contenta con los ojos cerrados mientras su humano desenrreda los nudos de su suave pelaje y retira la pelusa extra.
Claro sería algo completamente entretenido si no fuera porque Yusaku veía a Spectre de fea forma desde el piso, meneando la cola enojado y dando uno que otro maullido. Esperando que el humano esclavo de su gatita la dejara en paz para seguir jugando.
-estoy pasando tiempo de caridad con mi princesa, no molestes - respondió Spectre completamente indiferente ante el enojo del minino con ojos verdes.
RyoKen por su parte disfrutaba de los mimos de su humano hasta que terminó de cepillar su pelaje. Automáticamente se sacudió para esponjarse un poco y lucir tan glamorosa como es. Todo esto lo vio Yusaku como si fuera en camera lenta, incluso el suave parpadeo que le dedico la minina.
-hoy te toca rojo, princesa--Spectre saco de su mochila un presioso y gran moño rojo brillante con un centro de una piedra de joyeria. Inmediatamente se lo puso cuando la gatita dio su aprobación levantando su cabeza para exponer su cuello.
Una vez lista, la gatita bajo de un brinco del regazo de su humano y paseo frente a Yusaku con clara intensión de que el macho la admire. Incluso le paseo su esponjosa cola blanca en sus narices como parte del juego.
-ya le fundiste el poco cerebro que tiene - bromeó el platinado y Jiin se rio junto con el. Porque Yusaku se quedó estético y con la mirada perdida en la nada.
Claro así era hasta que Yusaku brinco encima de ella en un arrebato de lujuria. haciendo una especie de juego entre querer y rechazar con sus patas y gruñidos. Claro que jiin agarro al lujurioso gato azul ruso que movía su cola frenética y se retorcía para salir de su prisión.
La minina sólo se sacudió el pelaje y se alejo con andar coqueto para irse a tomar una siesta en el cajón mientras que Spectre reía y reía al ver la frustración sexual de Yusaku.
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Auwww que tierno!!!
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