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Sacudiendo su esplendoroso pelaje junto con el pomposo moño rojo con un gran brillante en el centro, RyoKen despertó de su cuarta siesta del día, esta vez había dormido en el sofa frente al televisor mientras escuchaba los sonidos de la misma. Esta vez se trataba de una mujer humana gritar como histérica por algo que no entendía mientras golpea a otra humana.

Le gusta pasar parte de la noche con su humano Spectre viendo aquellas imágenes que se mueven mientras el la acaricia. Es divertido ver sus expresiones y su voz sarcástica ante algunos eventos. No entendía la fascinación de los humanos por aquella caja negra de gran tamaño que hacia ruidos pero en ocasiones es entretenida.

La felina se empezó a lamer sus patas para peinarse su rostro fino pensando que hacer ese rato. Tras acicalarse adecuadamente, Con andar ligero empezó a caminar por su nuevo hogar. Fue a la cocina a asomarse por la ventana y ver el mundo exterior.

Es un día claro y pocas nubes revolotean en el cielo. Paseo su vista por el jardín externo de la casa que tanto su humano se empeña en cuidar. Se extraño no ver al otro gato macho de color azul que su humano llamaba Yusaku. Aunque ya había dejado su regalo del día, este aún merodea por la casa.

La felina ladeo su cabeza con cierta duda sobre la ausencia del macho de ojos verdes pero esta se respondió sola cuando lo vio llegar a través de la reja. Yusaku paseo su mirada hasta que la vio parada en la ventana y rápidamente fue hacia su dirección.

La felina de ojos estelares vio como Yusaku menea su cola suavemente y sus pupilas estaban dilatadas ante la falta de luz así como su mera presencia.

RyoKen sólo se acuesta en su rincón mirando atravez del cristal al otro gato el cual no duda en imitarla y seguir contemplandola.

La gata de largo pelaje blanco había tenido contacto con otros gatos y gatas antes de él. No muchos fueron agradables y los que le simpatizaban rara vez pudo verlos pero es la primera vez que no sabe que pensar sobre el gato frente a ella.

Es extraño, por alguna forma llamarlo. Pero es agradable a su parecer.

...

Al día siguiente. Es una mañana muy fresca y agradable.

Tanto que le apetecía salir un rato al jardín y dejar que el sol bañara su pelaje un rato. Así que con leves maullidos fue a la puerta trasera de la casa y la razco suavemente, Spectre, quien bebía un poco de café en su taza negra, entendió el mensaje y le abrió la puerta y la dejó así.

-no te alejes demasiado- fue el tono cariñoso que le habló mientras paseaba su mano sobre el lomo suave de Ryoken. La gatita de bello pelaje salió de la casa muy contenta con su cola ergida dejando que la brisa la despeinara un poco. Estaba animada de que Talvez viniera aquel gato azul para jugar con ella, así se se acostó en el pasto a tomar el sol un rato en lo que esperaba o eso planeaba hacer cuando escucha un maullido muy específico cerca de la valla de su casa.

Una gata en celo.

La felina de largo pelaje se puso de pie y guiada por la curiosidad empezó a caminar hacia la reja de su casa. Así que aprovechando un par de botes cerca y que la valla no es tan alta, trepó hasta que logró ver atrás de su casa.

Efectivamente, es una gata de pelaje corto rayado y vientre blanco que aullaba por atención pero lo que si la disloco fue ver al gato que iba a verla todos los días pasearle por su cuerpo, además de lamerle el hocico y rostro bastante cariñoso.

RyoKen bufo furiosa, sobresaltado a Yusaku y la extraña minina. El gato de ojos verdes al ver a Ryoken rápidamente fue con ella pero la felina de pelaje blanco bajó de su lugar de un salto y emprendió camino a su casa gruñendo. Yusaku iba tras ella y cuando la alcanzó. Ryoken le tiro varios zarpazos sin dejar de gruñir enojada y rápidamente se aleja.

días gatunos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora