Mi primera vez

Capitulo XIV Traición Por Partida Doble

Tres años después

La presión de Harvard fue lo suficientemente constante para que los días, meses corrieran sin que Candy se diera cuenta. Entre clases, libros, bibliotecas, y sesiones de estudios, en un cerrar de ojos pasaron los años.

Tres largos años pasaron desde el encuentro de Candy y Terry en aquel club en donde ella puso fin a la relación que aún no comenzaba.—Después de esos acontecimientos Candy se refugió en la universidad, y decidió no regresar a New York, durante las vacaciones; adelantaba clases para poder graduarse antes del tiempo requerido.

Su penúltimo semestre estaba por terminar. Ya era considerara casi una graduada, al menos por los demás estudiantes, porque los maestros seguían tratándola como si fuera una niña de kínder a la que se le intenta explicar cálculo diferencial.

A esas alturas, sus días ya eran tan planeados que podía darse el lujo de salir con sus amigas al club más seguido o ir a las competencias de canotaje para admirar a los universitarios que les encantaba alborotar las hormonas femeninas, junto con Patty, Dayana y a Annie, quien después de lo sucedido aquella tarde, y tras aclararle todo, Candy se puso en sus zapatos y llegó a la conclusión que el único culpable era Archie que se aprovechaba del amor incondicional de Annie, así que, no le vio sentido guardar resentimiento contra ella, y le brindó su amistad; desde entonces, se volvieron buenas amigas.

Patty seguía con Stair, y Annie ya tenía dos años de noviazgo con Archie, sin embargo, el muy idiota, trató de conquistar a Candy nuevamente después de que ella se entregó a Terry. —Candy se enteró por Stair, quien soltaba las cosas con dos cervezas encima, que su hermano no se animó con ella porque se enteró por el reclamo de Patty que ella era aún virgen.

《¿Cómo demonios lo supo?》Se preguntó la rubia sin tener idea. Al final, llegó a la conclusión que quizás, sí era cierto lo que decían acerca de que en la mirada de una mujer se notaba cuando dejaba de ser virgen.

El día que Candy le puso un hasta aquí a Archie, le reveló que agradecía haberle dado su virginidad a Terry, quien era un hombre que puso un estándar de calidad tan alto en el sexo, que solo él mismo podría superar.

Dayana y Candy eran las únicas que continuaban solteras en el grupo, pero aun así, sus amigas buscaban tiempo para estar con ellas.

Un día, Annie le comentó a Candy que Michael estaba embobado con ella, era un sábado de competencia y estaban esperando que iniciaran. Después de preguntar quien demonios era Michael, Annie le dijo que era un estudiante de ultimo año de medicina y que era parte del equipo de catonaje, para su sorpresa, se trataba del Mark imaginario, aquel nombre que usó la noche de su cumpleaños en el club.

Después de hecharle un vistazo, Candy notó que Michael tenía un ligero parecido a Terry pero aún así se negó a la petición de sus amigas de salir con él.

—¿Sigues obsesionada con Terry? —le preguntó Patty, quien ya sabía de su relación prohibida.

A las pocas semanas de haberse entregado a Terry, Candy no tuvo otra opción que hacerla su segunda confidente porque Karen no estaba siempre disponible para soportar sus lamentos.

Candy rió nerviosa.—No. —Terry es un bonito recuerdo, nada más.

Y eso era a veces, cuando su corazón no se volvía loco y lo añoraba. Annie se puso de pie y bajó la colina con cuidado para ir con Archie, Michael saludó amigablemente a Annie y luego sonrió por algo.

—Esta es mi llamada para huir —dijo en voz alta la rubia. La verdad era que no quería que fuesen presentados. —Patty y Dayana rieron por su huida.