CAPÍTULO 3 (1/2)

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(The reason - Hoobastank)

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¿Cuándo será el día en que descanse plenamente? Sin ataduras, sin "nuevas noticias". Por lo menos pensé que la única tarea que tendría que hacer era lidiar con la distancia entre Samara y yo, pero el destino me da otra patada en el culo haciéndome saber que otro problema se avecina, uno que, para variar, posee un nombre: Auron. Maldito seas. Si esa bala no hubiera cumplido su objetivo y en ese caso, como tú supuestamente afirmas, yo con gusto te hubiera hecho los honores. Ese hombre con peluca de payaso no deja de ir a mi compañía. Mi búsqueda para él se ha vuelto una gran hazaña, el desayuno de sus mañanas. Y no, no me atemoriza para nada, es más, me da tanta gracia que pierda su tiempo.

Hace poco hice una llamada al oficial Steven y, como acordamos, nos encontramos en un sitio apartado de la civilización, según él, para no atraer la atención, puesto que tuvo inconvenientes con su tarjeta de crédito, y le ofrecí dicho dinero que se determinó ese día a cambio de mi "libertad". Dichosa sea mi vida, el mísero oficial se habrá sentido tan agradecido con el enorme efectivo ¡Yo que sé! que hace tres días me avisó sobre la resurrección de Auron, mi ex empleado, sin que yo se lo pidiera. Esa misma tarde lo cité para hablar del caso y le propuse a ser mi propio agente, mi seguidor, quien exclusivamente estuviera a cargo de avisarme sobre cualquier movimiento del payaso ese; sin términos largos: Que trabajara para mí. Pensé que me costaría mucho proponérselo porque no es fácil haber trabajado para el bien y ahora con el "villano", sin embargo, él es consciente de los videos de mi oficina que le enseñé, respecto hacia qué ángulo atravesó la bala en los cristales. Suficientes pruebas para demostrar mi inocencia. Aceptó sin declarar una oración, adicionando la cantidad de verdes con que llené el bolsillo. Aunque, encerrando lo anterior en un muro de contención, le platiqué que yo no era el único en aprietos.

—Trataré de hacer todo lo que esté a mi alcance —concluyó Steven.

—No Thompson, no es suficiente con tratar, necesito que lo hagas, que estés seguro que saldrá bien. Aparte, hay algo que no te dije —su cuerpo se puso rígido—. Samara también está en peligro. En las cartas de acusación que he estado recibiendo de la empresa a mi correo, se ha resaltado la parte en que varios agentes policiales irán a rastrear su localización para traerla y se haga un nuevo juicio en mi contra. Tal vez usen la fuerza y por nada en el mundo nos gustaría eso, ¿cierto? —asintió con la mirada perdida—. Ella no tendrá ni sabrá qué decir, la conozco lo suficiente como para saber que entrará en un lío personal y emocional, recordando todo acerca de su secuestro, y su posible reacción corporal sería una suposición a los cargos y la sentencia estaría definida. Hasta podrían acusarla de ser cómplice al no declarar con la verdad, ya que ella estaba a mi lado en aquel entonces cuando ocurrió el disparo.

—¿Y por qué no llevar los vídeos? Eso sería lo principal para demostrar que eres inocente del cargo que se te acusa.

—Porque Auron tiene otro as bajo la manga. Él llegó a visualizar el contenido del Gmail que en aquel entonces Samara, muy atónita, estuvo leyendo en su computadora. Lo leyó todo, desde la amenaza hacia nosotros hasta con lo del rapto, y planea usarlo como arma mortal, como cadena perpetua hacia mí. Obvio con la decisión de Samara se llegó a otra conclusión , sin embargo, si hay otra persona que quiera señalar el hecho, sumando el ser testigo, ni con la millonada que podría ofrecer ganaría esta vez —Steven resopló, con amargura y pena—. En conclusión, Samara debe estar protegida de ese hombre y de cualquier otro, y ya sé a quién enviar si te lo estás preguntando. En fin, los problemas que le debe estar ocasionando su madre son otra carga que estará llevando en su espalda. Otro castigo sería demasiado...Somos conscientes que ni tú ni yo lo queremos.

ME PERTENECES II : MI OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora