Tyler : 16 y.o
Josh : 17 y.o-
Tyler recolectada fresas mientras miraba como el cielo se ponia más oscuro. Miro hacia el bosque el cual estaba frente a su casa y rodeaba su pequeño pueblo y suspiró cansado.
Su familia era grande, y trabajadora. Todo debía de ser como la sociedad lo quería, cualquier mínimo error o comportamiento extraño podía llegar a ser considerado como brujería.
Tyler era de Salem, Massachusetts.
- Robert entra a casa!
Le gritó su hermanita Mady. Tyler tomó firmemente la canasta entre sus dulces manos y caminó a pasos rápidos hacia su casa.
Al entrar vio a su madre cocinando y a su padre sentado en la mesa, con una expresión de poca conformidad.
Sus hermanos, Zack y Jay seguían afuera cuidando a las ovejas y cabras.
- ven para acá.
Lo llamó su padre. Tyler caminó hacía el pero al estar en frente sintió la mano de su padre en su mejilla. Sus ojos se aguaron.
- cuántas veces te tengo que decir! ¡Ve a cortar leña, se un hombre! ¡Para algo te trajo al mundo nuestro salvador!
Tyler asintió y bajo su mirada viendo como las fresas estaban en el suelo. Su padre se paró pisando tales y salió de la casa.
Tyler se sobresalto al escuchar el portazo que pegó al salir.
- sabes cómo es tu padre Tyler, es mejor no hacerlo enojar y obedecer.
Habló kelly mientras seguía cocinando
- pero no debemos dejar que nos haga lo que quiera madre.
- no lo jusgues, el al igual que dios es nuestro salvador, el trabaja por esta familia.
- no nos salva de nada...
Fue lo último que dije el castaño para salir de la cocina y dirigirse a su recamara la cual debía de comportir con sus hermanos.
Tyler era tomado como un extraño, y habían rumores por el pueblo de que era brujo... Cosa que se desmintió rápidamente por Chris Joseph... Su mismo padre dio la cara para que el apellido Joseph no estuviese manchado, lo malo es que después de eso solo sabía tratarlo como un esclavo.
Tyler obviamente no era brujo, pero ya estaba tachado como uno por algunas personas.
Aunque había algo que Tyler sentía mucha duda y se preguntaba si realmente era hijo de dios..., aún no sabía explicarlo pero se sentía extraño, más débil que los demás niños de su escuela por ejemplo.
Tomó un libro y comenzó a leerlo. Amaba la literatura, tanto como amaba aprender cosas nuevas cada día.
Quizás los caps sean cortos jiji