Kelly estaba lavando la ropa. Su marido había ido a trabajar y sus dos hijos, Zack y Jay estaban ayudando con cosas de jardinería y carpintería.
Mady estaba con ella a su lado, jugando a las muñecas... ¿Pero en donde estaba Tyler?
La rubia confundida miro hacia las habitaciones, había una puerta cerrada, y eso no estaba permitido en esa casa. Caminó a pasos rápidos hacia tal puerta y la abrió, sus ojos se abrieron a nos mas poder.
-T-Tyler?
Dijo algo alterada y confundida. Tyler estaba con uno de sus vestidos mirándose al espejo con una linda sonrisa y un gran rubor natural, pero al ver a su madre este se dio la vuelta y comenzó a jugar con sus dedos apenado. Kelly se tapó la boca y negó.
- ay dios mío, ¿pero que haces vestido así?
- y-yo solo, quería ver como se sentía tener un vestido puesto madre...
- pero los hombres no deben ocupar esa ropa hijo! - Kelly frunció su ceño y tomo al castaño de un brazo - te sacaras esa ropa antes que llegue tu padre, sabes de que es capaz si te ve vestido así.
Lo soltó fuertemente y salió del cuarto.
Tyler se miró por última vez en el espejo y con lástima y suspiros apernados se sacó ese lindo vestido color crema de su madre.
Al ponerse la ropa que le debía de corresponder salió a pasos apresurados de la casa sin quererse topar con su madre, aún tenía mucha vergüenza.
Comenzó a caminar. Donde el vivía no era en el centro del pueblo, el vivía casi por las afueras, en donde comenzaba el bosque. Habían campos hermosos de trigo y flores amarillas o blancas.
Sonrió pequeño al sentir en la palma de su mano el trigo. Corrió hasta la valla que dividía su territorio familiar con otro y se subió a esta sintiendo el cálido sol que casi nunca se veía y sonriendo por la rica brisa en su rostro.
- yo no estaría ahí si fuera tu...
Tyler abrió los ojos al escuchar una voz masculina del otro lado de la valla. Lo miró sorprendido.
Era un chico pelinegro, con rasgos que parecían asiáticos. Vestía de negro y lo estaba mirando mucho... Tanto que Tyler al sentirse incomodo se bajó de la valla y retrocedió un poco.
- por qué?
Le preguntó inocentemente, viendo cómo el chico fruncia su ceño algo sorprendido.
- no has escuchado las cosas que se rumorean de este lugar?
- mm, no... ¿Que es lo que dicen?
- que esta embrujado...
Tyler miro el campo vecino y sorprendido volvió su vista al pelinegro.
- y tu que haces aquí? Puede ser peligroso...
El chico se puso notoriamente algo incomodo y sonrió con lástima.
- aquí vivo con mi familia.
- y no te da miedo?
El chico sonrió al escuchar tan tierno al menor, como movía sus largas pestañas y fruncia su ceño ligeramente.
- no... Te acostumbras.
Tyler vio que el sol ya estaba bajando notoriamente y como todo se iba oscureciendo más y más. Le sonrió pequeño al chico.
- ya me debo de ir, mi padre estará por llegar y debemos de cenar.
Tyler antes de poder irse escucho como Josh lo detenía.
- espera! - Tyler se giro y miró con una sonrisa al contrario - ¿nos podemos ver mañana aquí a la misma hora?
- claro, adiós...
Tyler dejo la oración en el aire al no saber el nombre del chico.
- Joshua, y cual es el tuyo?
- Tyler.
- adiós Tyler...
Tyler se fue corriendo y Josh se quedó mirando su camino.