Tyler no sabía como entraría a su hogar, ya eran altas horas de la noche. Se había quedado con Josh conversando y se le había ido el tiempo, cuando vio el cielo y sintió la oscuridad supo que estaría en problemas.Al entrar su padre lo esperaba sentado en una silla de madera, con una vela a su lado dejaba ver que entre sus manos afilaba un cuchillo.
- como te atreves a llegar a estas horas.
Tyler sintió su cuerpo temblar. Bajó la mirada. Intento irse a su cuarto pero la potente mano de su padre lo detuvo.
- a donde crees que vas?
- a-a mi cuarto padre...
- ugh, claro que no!
Chris se paró de donde estaba y arrastró al menor hacia afuera. Tyler comenzó a llorar y pegar pequeños gritos al sentir toda la fuerza en su débil brazo.
Fue tirado a los ranchos en donde tenían a los animalitos, aquellos que Tyler tanto amaba.
- mataras a ese asqueroso puerco, con esto - le tiró el cuchillo - y no te iras de aquí hasta que le arranques la cabeza.
Tyler negó. El no podía hacerlo, no era capaz de hacer tal acto repulsivo y malvado.
- n-no quiero.
Dijo bajito mientras sus lágrimas caían sin dar señales de parar.
- no te estoy preguntando! ¡Es una orden! ¡Se un hombre y mata a ese puerco!
Chris lo empujó hacia el animal. Tyler tomó el cuchillo y con las manos temblorosas comenzó a acercarse. Cerró los ojos y cuando lo iba a hacer sus piernas temblaron, tirando el cuchillo y dejándose caer.
Chris enfurecido fue hacia su hijo. Lo tomó fuerte y tomó con la mano del menor abajo de la suya el cuchillo.
Degolló al puerco. Las manos de Tyler se tiñeron de rojo, y vio como el cuerpo del tal animal se retorcía de dolor. Todos los otros animales se alarmaron.
Tyler sintió su estómago apretarse. Se tiró hacia un lado comenzando a vomitar de los nervios, y a llorar más fuerte.
Chris sonrió con superioridad.
- debes aprender a superar esos miedos Robert, cuando adulto tendrás que matarlos ... es así la vida.
- n-no es así la vida - Tyler se limpió su boca y miró a su padre con asco - la vida se puede manipular, y si cuando adulto yo no quiero matar a animales ¡no lo voy a hacer!
Después de terminar esas palabras sintió la dura mano de su padre en su mejilla. Tyler tocó tal lugar lastimado, manchándose la cara con la sangre del animal.
- no te atrevas a hablarme así otra vez, solo hablas patrañas que ni dios quiere escuchar. Ahora vete a casa, yo seguiré.
Tyler no se despidió, solo corrió lejos de ese hombre el cual seguía llamando padre.