22. ¿Qué haré sin él?

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«¿Qué haré sin él?»

—Tengo arenas hasta el culo. —Me quejo con un gruñido, saboreando mi helado de chocolate.

A nuestro retorno a nuestra casa, pasamos por una heladería que desde hace tiempo pusieron. Y son los mejores helados en San Diego, al menos esa es la fama que les dieron. Justin dijo que el odia el chocolate, así que lo pidió de vainilla.

—Quieres que llame a Jasón para que te la quite. —Me río, absorbo un poco de helado que empezaba a desparramarse por mi mentón, después me limpio con la servilleta.

—Sí, también dile que le hable a Kate. —Le sugiero, alternado mis cejas levantadas.

—Eres una depravada. —Me acusa con voz de pánico—. Una orgia. Eso, eso es muy sucio. Así que tu fantasía es hacerlo con un hombre y una mujer. No sé cómo reaccionar antes eso. ¿Debería correr? ¿O quieres que participe?

Me río hasta que, involuntariamente, arrojo un poco de helado de mi boca.

—Eres un mal pensado, amiguito. —Se encoje de hombros y sigue caminando, no sin antes darme esa sonrisa de dientes blancos que tanto me alborota.

—Me dijo Jasón que mañana cumplen tiempo de ser novios —Me dice Justin dándole una lamida a su helado de vainilla. Vuelvo mi vista al concreto de la banqueta.

—Así es. Cumplimos un año y un mes.

La señora Smile me saluda desde el porche de su casa, le correspondo con lo mismo. Su cara es tal de escepticismo. Quizá sea por el espécimen de hombre que me acompaña que, curiosamente, es su vecino.

—¡Wow! Es impresionante. Es mucho tiempo. —Aclama Justin.

—Sí. ¿Qué puedo decir? Nos amamos.

—Bien por ustedes, entonces. —No me restrinjo a mirarlo de soslayo. En la sombra, es mucho más impresionante. Sus pómulos elevados, moviéndose por el disfrute de la vainilla desasiéndose en su lengua.

—Deberías intentar algo así. Es muy bonito tener a alguien con quien compartir la mayor parte de tu tiempo.

—No sé. ¿Qué opinas de Kate? Aparte de que es tu mejor amigo y todo eso.

El helado de chocolate, se atora en mi garganta. Me pego en el pecho por la inofensiva declaración que me acaba se hacer. Él me ayuda dando suaves golpeteos en mi espalda.

Decir que la sangre dreno de mi cuerpo, es poco a comparación de lo que sentí. Es algo más o menos cuando te pegas en la cabeza tan fuerte, que piensas que todo se vuelve oscuridad a tu alrededor. O en términos sentimentales, es como cuando alguien te dice que tu mamá y tu padre un día van a morir y te quedaras sola en el mundo; entonces lloras toda la noche en la almohada. O en términos de mala amistad, se siete como que quiero matar a mi mejor amiga. O en términos de alguien que quiere la felicidad para todo el mundo, se siente como que quiero que el aíre deje de servir y todos mueran, así no pueda suceder nada entre Kate y Justin.

Me estabilizo, y él se queda quieto, a mi lado, intentando emprender su paso firme. Pero ninguno se mueve, y pregunto algo forzoso, apretando mis dientes en la pronunciación.

—¿Te gusta? —Justin se encoje de hombros y lambe de su helado. Se moja sus labios cuando termina y se limpia con la servilleta.

—No sé. Está bien para mí. No es que tenga mucha experiencia en el tema de mujeres. Pero quiero ser lo que en Canadá no fui. Tener una novia, algo normal.

Me quedo con los ojos como plato cuando dice "Novia". Quiere que Kate sea su novia. Imposible. Esto debe ser una mala broma. Deben de haber cámaras escondidas o algo así. Por lo tanto sonrío. Sonrío tan profundo ante la idea, dándole otro sentido erróneo al motivo. No estoy ni por encima de contenta con su sugerencia de él y mi mejor amiga juntos. Además, tengo curiosidad de preguntarle qué pasa con eso de que no tiene experiencia con las mujeres.

The past leaves it's mark » Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora