Capítulo VII: Una nueva amenaza.

3.6K 342 116
                                    

Hinata contuvo el aliento.

Pocos segundos después, frunció el ceño y cruzó sus brazos como muestra de su obvio enfado. Era el segundo día que Naruto se aparecía frente a sh puerta. La vez pasada lo había rechazado, diciéndole que si quería que fueran amigos nuevamente, no debía agobiarla con su presencia. De eso ya hacia dos días, dos días en los que pensó que realmente no lo volvería a hacer. Incluso se sorprendió de la obediencia de su Hokage y su determinación por recuperar su amistad costara lo que costara.

Poco le había durado el gusto.

—Hokage-sama —saludó con hastío —¿A que se debe su preciada visita? —preguntó con sarcasmo.

Naruto sonrió.

—Supe que Shinki aún no conoce del todo la aldea. ¡Quiero ser su guía personal! Además, quisiera hablar contigo de un tema importante —los rayos de sol golpeaban la cabeza de Naruto, haciendo brillar sus cabellos dorados. Cuando sonrió, sus ojos se cerraron ante el gesto, mostrando una cálida y calmada sonrisa. Nada parecida a las salvajes y traviesas que siempre demostraba.

Hinata sintió un nudo en su estómago.

—¿Tema importante? —preguntó con la boca seca.

Naruto asintió, y Hinata en ese momento se dio cuenta que no llevaba su capa.

—¿No tiene trabajo que hacer?

—De echo, ha habido muy poco trabajo estos últimos días —rasco su nariz mientras miraba hacia arriba, quedando un tanto pensativo —. Shikamaru me ayuda mucho, dattebayo.

—Ya —contestó secamente. Realmente no quería salir con el, pero si debía tener un asunto importante del que hablar con ella, su instinto de ninja de esa aldea le obligaba a ir. Tal vez era para una misión, o incluso algún llamado de su organización en las afueras, aún que ese último lo dudaba —¡Shinki-kun, saldremos!

Tan rápidamente como anunció el nombre del joven, este apareció a su lado, más que preparado para salir. Shinki miró al Hokage con su habitual mirada sin sentimientos.

—Hokage-sama —se inclinó un poco, mostrando su respeto al superior de la aldea mientras Naruto rascaba su cabeza apenado.

—Buenos días, Shinki. Ya te dije que no tienes porque referirte a mi de esa manera. Después de todo, tu madre es una gran amiga y compañera —Naruto mostró su sonrisa zorruna, sin saber que Shinki lo había mirado de mala manera.

Mientras que Shinki sentía la sangre hirviendo, Hinata no pudo más que mirar para otro lado mientras sentía un malestar en su estómago.

—Vamos, no perdamos el tiempo aquí parados —Shinki salió de la casa, pasando por un lado del Hokage, quien se impresionó ante la hosquedad del niño.

—¿Se levantó de mal humor? —preguntó confundido mientras lo veía adelantarse.

—Ignore su actitud —cerró con llave la puerta de su casa y comenzó a caminar también, dejando atrás a Naruto —. Es mi culpa, después de todo.

Naruto no entendió lo último que dijo, pero no le tomó importancia pues de Hinata ya no entendía casi nada. Hinata era una persona nueva para el, una nueva persona que quería en su vida y tal vez, traer de paso un poco de esa Hinata del pasado.

Mientras miraba su espalda, se dio cuenta de que algo en su interior le decía que no era del todo feliz siendo como era en esos momentos.

┉┅━━━━━━━━━━━━━━━┅┉

—¿Cuáles son los lugares que aún no a conocido? —preguntó suavemente mientras caminaba junto a ella y Shinki.

—En realidad no ha conocido mucho. No he tenido tiempo para mostrarle la aldea, hemos estado ocupados mudándonos y demás —respondió sin dejar de mirar al frente.

Andāwārudo: La senda de Hinata Hyuga. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora