"Cinco meses después de haber asesinado a la líder de la banda de secuestradores, Hinata se dedicó a seguir con su trabajo de obtener todas las firmas necesarias para el tratado de paz global.
Llevaba más de 200 firmas en ese año último año y medio, y estaba contenta de su logro. Así como siguió con su trabajo otorgado por la aldea, siguió con las misiones que Andawarudo le encomendaba de vez en vez con su pequeño escuadrón que era conformado por nueve personas y que su líder se había empañado en nombrar escuadrón Anatsu Dan.
Gracias al cielo, esos últimos días solamente se había enfocado en su tranquila misión la cual sólo se trataba de dialogar y viajar de un punto a otro. En ese momento se encontraba yendo hacia la aldea de la arena para que Gaara pudiese renovar su firma, firma que estaba asegurada obviamente debido a la estima que le tenia a su viejo amigo Naruto.
Naruto.. hacía mucho que no pensaba en él.
Sus labios se formaron en una línea recta y sus ojos bajaron, observando sus pies sumergiéndose ante cada pisada sobre el manto de nieve. Soltó un suspiro pequeño, sacando un poco de vaho de su boca.
Naruto tenía una influencia innegable en ella aún. Eso era obvio, pues cuando estuvo encerrada, los primeros días solo rogaba por qué Naruto fuese a salvarla, cosa que jamás pasó. Además, en momentos cruciales también pensaba en él, pensaba en cómo actuaría él en cada situación. Naruto seguía siendo su modelo a seguir después de todo.
Un modelo a seguir que se manchó a sí mismo, pero que igual era difícil dejar de idealizar después de estar años y años enteros observándolo y admirándolo desde las sombras.
Naruto aún dolía, pero ya no de una manera viva, sino de una forma diferente, como una herida que está cicatrizando poco a poco y es mejor no tocar mucho si no quieres que se abra de nuevo.
Por eso mismo, acomodo su capa negra y siguió caminando, sin importar el vago dolor que había causado ella misma en su delicado corazón.
De repente, el sonido de unos pasos la hicieron detenerse de pronto. Venían detrás de ella.
Su corazón comenzó a agitarse y su mente la traicionó, haciéndole recordar lo que había vivido hacía tiempo atrás.
Tomó un arma de su porta kunai atado en su pierna y volteó con una mirada atemorizante para pocos segundos después soltar un suspiro de alivio al ver de quien se trataba.
—Sasuke-san...—soltó tranquila, pero confundida.
Sasuke también pareció un poco sorprendido.
—No te reconocí con esa capa —soltó.
Hinata miró hacia otro lado.
—Hace frío —susurró —. ¿Que hace aquí?
—Está zona está inexplorada —explicó con vaguedad, pero Hinata pudo entender —. Ahora busco un lugar para pasar la noche, ¿y tu?
Hinata alzó su vista, observando la luz del sol. Ahora que lo pensaba, quedaban pocas horas de luz para ella, así que por ese día sería mejor parar y descansar. Aún faltaba mucho camino, pero tampoco había prisas.
—También buscó un lugar —musitó sin despegar su vista del cielo —. Podríamos acampar juntos, si gusta —sugirió. No era que fuese una miedosa, ella era una kunoichi y debía saber cuidarse sola, pero estar con Sasuke la tranquilizaba. Él era uno de los ninjas más fuertes de la humanidad, así que se sentía protegida a su lado.
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Andāwārudo: La senda de Hinata Hyuga.
FanfictionLos años han pasado y por ende las cosas han cambiado en el mundo ninja. Todo era paz hasta que Hinata Hyuga reapareció, agitando pasados y trayendo consigo un presente y futuro abrumador. ¿Que es Andāwārudo? ¿Quien es Shinki y qué hay del pasado d...