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—Me llamo Mike, aunque no lo crean, soy un chico mitad perro. Amo el chocolate, tengo 18 años y digo todo esto porque estoy apunto de entrar a mi universidad soñada y los nervios me comen vivo... Hablo en serio. Literalmente estoy parado en la gigantesca puerta principal de la universidad... —comentó el chico para si. Ya no sabía ni que hacer el pobre.

El chico de pelo castaño estuvo uno rato bastante largo parado simplemente observando la puerta. Tenía un poco miedo de lo que le esperaría tan solo al pasar del otro lado, y los nervios no ayudaban en absoluto. De estar perdido en sus pensamientos negativos, un chico de pelo negro, ojos azules y que tenia lo que parecia ser una corona en la cabeza; lo empujó. Lo empujó con tal fuerza que de un momento a otro este ya se encontraba en el piso.

—Quítate del paso idiota —dijo antes de seguir con su camino. Ni siquiera lo volteo a ver, solo continuo dejándolo tirado en el suelo.

—Estupido... —susurró Mike a la par que recogía su mochila.

—¿Necesitas ayuda? —cuestiono otro chico con amabilidad. A lo que Mike solo asintió.

El chico le tendió una mano para ayudarlo a levantarse y después le ayudó recogiendo su botella que se salió de su mochila.

—¿Como te llamas? —pregunto el chico.

—Mike ¿Y tu?

—Sparta —sonrió—.¿También eres nuevo cierto? —Mike asintió de nuevo antes de preguntar: —¿De casualidad sabes donde encontrar el dormitorio...—Reviso su bolsillo —dormitorio 206?

—No, pero el mio es el 207. Si quieres podemos buscarlos juntos —sonríe amablemente.

—¿Porque no? —respondió Mike devolviéndome la sonrisa.

Ambos chicos se fueron hablando todo el camino hasta encontrar sus respectivos dormitorios. Se despidieron y quedaron en verse dos horas después en una cafetería de la uni para explorarla. Cuando Mike entro a su dormitorio, este se encontraba vació por lo que se tomó la libertad de escoger su cama comenzar a desempatar. Como no traía muchas cosas solo le tomo media hora, este decidió perder el tiempo viendo vídeos mientras esperaba que pasara media hora restante para poder ver Sparta. Unos minutos fue lo qué pasó antes de que su supuesto compañero de cuarto llegase; pero para su sorpresa y desagrado era el mismo chico que lo había empujado.

El pelinegro entró y observó a Mike —Oh, tu otra vez —comenta sin dejar de verlo y se acerca a la cama vacía.

Nuestro castaño se limita a girar los ojos antes de guardar su celular en el bolsillo y encaminarse hacia la puerta.

—¿A donde vas tan rápido perrito? ni siquiera me he presentado —dice con una sonrisa falsa.

—No me importa cual es tu nombre y a ti no te importa a donde voy —abre la puerta enojada pero se detiene un momento para decir:—No me digas así —.y tratando de ocultar su pequeño sonrojo sale rápidamente de la habitación.

El de pelo negro solo río un poco y comenzó a desempacar. Apenas conocía al chico, pero ya le había llamado mucho la atención...

Mientras tanto Mike tocaba la puerta de su nuevo amigo un poco de desesperación.

—¿Quien es? —grita el chico desde adentro.

—Soy yo Mike

La puerta se abre y el chico con sudadera azul cuestiona: —¿Si sabes que falta media hora para ir al café no?

—Lo se, pero no quiero estar mas tiempo en esa habitación con esa persona tan insoportable.

—¿Que persona?

—¿Recuerdas al chico que me empujo hace rato? —a lo que contestó "Un poco" el menor—. Bueno, pues es mi nuevo compañero de cuarto —Menciono con notorio disgusto.

—Huy que mal, pero bueno, pasa —dice alargando la "u" en el "Huy" antes de hacerse un lado para dejarlo pasar.

—Gracias —pasa y observa la habitación desordenada—.Veo que un no has terminas, ¿Te ayudo?

—Pensé que nunca lo dirías —responde sonriendo.

—¿Acaso yo soy invisible o que? —Pregunta riendo saliendo de la nada un chico moreno que vestía con una sudadera roja.

Sparta se hizo una *facepalm —.Olvide que estabas ahí, jeje, Mike te presento a Raptor, mi compañero de cuarto. Raptor te presento a Mike

—Holi —saludo sonriente el chico mitad perro.

—Hola —contesto devolviéndole la sonrisa—¿Les ayudo a ordenar? —.Recibe como repuesta un "Si, plis" de parte de Sparta, que logro hacer que un pequeño sonrojo apareciera en sus mejillas.

Los tres estuvieron hablando y ordenando un rato hasta que lograron terminar. Los dos menos se despidieron del moreno para poder ir a explorar el campus, pero antes de que pudieran, salir alguien tocó la puerta.

—¡Reptil abre la puerta! —se escuchó un grito proveniente de detrás de esta.

—Voy Trollino —dijo el chico antes de abrirle la puerta.

—Gracias —entra y mira los dos chicos detrás de él—.Ah, Hola perrito—.Sonríe burlón.

—Te dije que no me dijeras así —sonrojado pregunta al de la sudadera azul:—¿Sparta, no podemos ir?

—Claro —abre la puerta, se detiene a despedirse del de sudadera roja y cierra la tras de sí.

—¿Quien es el?

—Pues mi compañero de cuarto ¿Quien mas? —respondió obvio.

—No lo se, tu dime... ¿Y si vamos por algo de comer?

—Claro —toma su llaves y abre la puerta —.Pero tú pagas.

—Bueno, esta bien —dice antes de salir y dejar que su amigo cierre la puerta del dormitorio.

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Estaré actualizando esta serie pero solo para corregirla gramaticalmente, si se dan cuenta son los mismos diálogos pero con una mejor estructura y ortografía. (No perfecta, pero me esfuerzo)

Pero bueno, espero y les haya gustado el primer capítulo. Si es así, no olviden votar y comentar. ¡Gracias por leer!
                                                                                                                                   PALABRAS: 942

Viviendo juntos // Mikellino //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora