Epílogo

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Bien... ¿Como puedo iniciar? ...
Han pasado muchas cosas desde el día en que me dieron esa terrible noticia...

Después de que los chicos me consolaran, nos fuimos de vuelta a la escuela. Me la pase varios días sin poder sentirme bien como para poder ir a clases. Tantos, que el director me sito para decirme que, si continuaba de esa forma, iba a tener que expulsarme. Me asuste. Cuando llegue a mi habitación me puse a pensar... sabía que no ibas a volver... pero también creí, que tu no querías que arruinara mi vida de esa manera. Por lo que unos días después, volví a clases. Se sintió algo extraño sin ti, pero tenía que acostumbrarme.

Logre convencer al director de que no le diera tu parte de la habitación a nadie mientras yo estudiaba allí. No quería a un desconocido que remplazara tu lugar. Se sentía vacío a veces, pero gracias a que los chicos casi siempre estaban ahí, la soledad ya no se sentía tanto.

También debo de admitir que algunas chicas se me acercaban e intentaban coquetearme; pero yo te quería a ti, por lo que, aunque no estabas conmigo, les dejaba en claro tu existencia. Y como ya todo mundo sabía que era bisexual, algunos chicos también lo intentaban, pero tampoco me importaban.

Los chicos y yo te visitábamos todos los días que podíamos. A veces también iba yo solo. Los primeros días te traje algunas flores y chocolates; pero al darme cuenta de que no te los podrías comer, terminé por dejárselos comer a Sofia. Nos volvimos buenos amigos. Descubrí qué tenía nuestra misma edad y que también iba a nuestra escuela, solo que ella estudiaba medicina y era la menor de su generación. Qué extraño, ¿No?... que nunca la habíamos visto. Pero, en fin, se volvió parte de los compas.

Un tiempo después, los chicos me hicieron darme cuenta de que no podía vivir solo para siempre. Tenían razón. Yo te amaba... pero la soledad no era muy agradable. Así que comencé a buscar parejas en aplicaciones. Fue todo un caso perdido. Pero, entonces un día, apareció ella.

Era una chica no muy alta de cabello castaño y puntas amarillas. Me la tope mientras tomaba mis clases para conducir. Pensaba que era hora de aprender a manejar y bueno... en el proceso, me tope con ella. Hablamos mientras esperábamos nuestro turno, y de tan bien que nos llevamos, optamos por intercambiar números. Me la pasé muy bien ese día... pero ya en mi habitación comencé a pensar... ¿Y si despertabas y ya no éramos novios?... o si... ¿Despertabas y ya no me recordabas?...

Te fui a visitar al día siguiente para contarte todo lo que había sucedido. No quería enamorarme de alguien que no fueses tu. Me hacía sentir mal el hecho de hacerte eso... pero entonces lo pensé bien. No quería pasar el resto de mi vida solo... y aunque estabas ahí, no era lo mismo. Así que me decidí. Le mande algunos mensajes ese mismo día, proponiéndole una cita. Acepto.

Meses después por fin nos hicimos novios. Nuestra relación ya iba por el primer año. Me había enamorado tanto de ella en tan poco tiempo... que comencé a olvidar lo que sentía por ti. Ya no te visitaba como antes; y cuando lo hacía, sobre lo único que te hablaba, era sobre ella. Me sentí aún peor ya que estaba pensando en la idea de... proponerle matrimonio.

Los chicos me decían que era muy pronto, pero yo sentía que era el momento adecuado. Nos amábamos. Tal vez no era lo mismo que contigo, pero aun así... nuestro amor era muy fuerte. Y bueno, después de pensarlo demasiado, me decidí.

"Si,si,si y mil veces si" fue lo que dijo ella. Todos los chicos estaban felices por mí. Esperaba ser rechazado, pero me alegró que fuese todo lo contrario.

Y bueno... ahora estoy aquí contándote por una carta todo lo que paso en los meses que no vine a visitarte. Diciéndote que estoy a tan solo 3 meses de casarme. Estoy muy feliz por eso. Tal vez alguna vez despiertes... o tal vez no. Pero quiero que sepas que aún, una parte de mi corazón te pertenece. Y que pase lo que pase, siempre fuiste y serás parte de mi vida. Aunque el mundo allá intentando separarnos... ambos siempre vamos a estar juntos... sea en la vida real... o en el mundo que nuestra gran imaginación pueda crear...

Quiero que sepas que te amo y te extraño mucho Mike. Espero y algún día podamos volver a estar juntos... o al menos volver a vernos... aunque sea una última vez...

Te amo demasiado Mike...

...

—¿Esto fue lo único que dejo?...

La chica de pelo castaño asintió. —Fue hace tres meses la última vez que vino... Pero no sé exactamente si pensaba volver a venir... —. El silencio reino en la pequeña habitación blanca de hospital. Duro unos cuantos segundos hasta que el castaño continuo.

—... Así que... supongo que tú eres Sofia...

—Si... Me alegro que por fin hayas despertado, Mike...

...

Por fin eh terminado de editar esta historia. Los que la habrán leído antes de que la editara, sabrán que este no era el final. Lo cambie ya que lo quería hacer... Un poco, más dramático... Lo lamento si no les gusto.

A mí en serio me gustó escribir esta historia. Mil gracias por todo su apoyo y espera. Espero que les haya gustado mucho. Tuve mucho cuidado con la ortografía, pero sigo siendo humana y cometo errores... Aunque la verdad estoy contenta con el resultado.

¡Muchas gracias a todos!

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Viviendo juntos // Mikellino //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora