domingo, 7 de enero de 2018
He de decir que te ves perfecta sin ropa ante mis paredes; dejándote mostrar en mi cama, soltando suspiros que interpreto en palabras. ‘Desnuda mi alma’ dijiste. Pero, quizá liando las expresiones, creo que en esta postura te muestras más como tú misma y me encanta.
Puede que hasta que el invierno no llegué no te dejé leer entre líneas, mientras me deslizaré por tus curvas.
Te ves más real sin las sonrisas o las medias hasta las rodillas, te ves más real sin el maquillaje y suplicándome por caricias. Quitaré esas apariencias, si tú me tienes la noche despierta.
Naciste para mostrar tu cuerpo, cada golpe de esas caídas, ven y arreglaré las cicatrices con brutalidad tras mi dulzura. Voy a destrozar tu boca a besos, que poco te importa estar destrozada del resto.
Cada imperfección que definiste como un error más, cada brecha hecha por obligarte a respirar, cada roce que pasaste sólo por aguantar; voy a hacer que esta noche los olvides, como si el dolor desapareciese a costa de este placer.
No suplicaré porque te quedes hasta el amanecer pues, sin decirlo, bien sabes que me necesitas para calentar tu soledad, haciendo que esta no se manifieste por unos días más.
Vamos a aprender a amar, pero antes a sentirnos. Vamos a probar el departamento, pero antes dibujemos sobre la cama. Vamos a presenciar las horas, pero antes a jugar con los minutos. Vamos a dormir juntas, pero antes a soñar en nosotras. Vamos a descansar estos días, pero antes besemos tus heridas.