Los golpes le sonaron lejanos, paganos, molestos. Despacio abrió sus hermosos ojos verdes, de nuevo tres golpes resonaron en la puerta.
La pelirroja se vio obligada a apartar el brazo de Oliver que le rodeaba la cintura, se levantó dejando escapar un gemido. Sus ojos se abrieron un poco al notar que se encontraba completamente desnuda.
Desconcertada por lo sucedido, busco deprisa algo entre toda la ropa regada por la habitación, se puso en pie y tomo un par de bragas, se las coloco, al tiempo que tomaba una playera blanca, se cubrió con ella. Se llevó una mano a su extensa cabellera pelirroja intentando peinarla, al mismo tiempo que avanzaba hasta la puerta, tomó el frío pomo, lo hizo girar, y abrió.
—Lo siento, ¿Interrumpo algo? —interrogó un sorprendido Andrew. Le arranco una sonrisa al ver como aquellas mejillas se tornaban un tanto rojas debido al rubor que se extendió por el rostro de su líder.
—No realmente —aceptó divertida—. ¿Necesitas algo? Debe ser importante para que vinieras personalmente...
Andrew aparto la mirada avergonzado por lo que estaba presenciando.
—Los necesito a ambos —anunció con voz entrecortada—, y lleven ropa...
Y sin más por decir y rojo como un tomate, Andrew se alejó con pasos rápidos. Janet se encogió de hombros y cerró la puerta.
Caminó por la habitación, se acuclillo a lado de la cama, sintiéndose mal por lo que estaba por hacer, Janet estiró la mano y comenzó a mover a su amado.
—Despierta, Andrew nos necesita... —los marrones ojos de Oliver se abrieron despacio, y al ver tan cerca a la pelirroja su ceño se frunció.
—¿Qué le sucedió a tu ropa, hermosa? —preguntó un poco adormilado.
—Creo que me la quitaste anoche —respondió con una sonrisa pícara.
—Lo siento, no lo recordaba —aceptó un confundido Oliver.
—No te preocupes, eso no es importante —se sentó en la orilla de la cama, al tiempo que Oliver se sentaba y buscando despertarse del todo, comenzó a tallar sus ojos con ambas manos.
—¿Qué ha sucedido? —preguntó al recordar lo sucedido la noche anterior.
—Andrew ha venido, quiere vernos a ambos —Oliver dejo escapar un profundo bostezo y asintió con un movimiento de cabeza.
—Lo mejor será darnos prisa —sentenció al apartar las mantas, antes que se marchara, deslizo su mano encontrándose con la de su amado donde sus dedos se entrelazaron, él aun adormilado le miró fijamente, sabiendo lo que le estaba pidiendo, su rostro descendió despacio y sello sus labios en un largo y apasionado beso.
Al separarse Janet formo una radiante sonrisa. Se puso en pie y comenzó a vestirse. Cuando ambos estuvieron listos, abandonaron la habitación.
Por lo oscuro y silencioso del pasillo, además de la poca luz que entraba por las ventanas del Santuario del Aprendizaje, Oliver intuyo que aún no había amanecido. Un extraño picor se instaló en sus dedos, y no parecía estar dispuesto a abandonarlo. Un escalofrío recorrió toda su espalda, sabía que si Andrew los llamaba a esa hora, no podía significar nada bueno.
El acercamiento repentino de la pelirroja lo asusto, giro un poco el rostro, y le sorprendió ver una pequeña sonrisa en los labios de Janet. Su mano se deslizo por el brazo de Oliver y llego hasta su mano, ambas se cerraron con fuerza.
Oliver agradeció el gesto de la pelirroja, y sin poder reprimirlo, bajo el rostro y nuevamente la beso apasionadamente. Ahora fue ella quien hizo que tan fantástico momento terminara. Juntos continuaron avanzando por los pasillos tenuemente iluminados.
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Choque de Maestros (Crónicas de un Inesperado Héroe II)
AdventureCrónicas de un Inesperado Héroe narra el nacimiento, ascenso y trascurso de varias personas que jamás se imaginaron llegar tan lejos en la vida. La saga se conforma de los siguientes títulos: "Tormenta de Héroes", "Choque de Maestros", "Sueño de Hér...