Las puertas del ascensor se abrieron. Sin perder un segundo salió, su ceño no tardo nada en fruncirse ante la escena que sus ojos deslumbraron.
En el cuartel secreto se encontraba Deus sentado a la mesa la cual era cubierta con cientos de papeles y carpetas regadas por todos lados. En otra parte, se encontraba tendido el traje de Jay, y esfera Charles parecía estar analizándolo con sus rayos rojos.
Deus apartó la mirada de los papeles que sostenía en una mano, elevó su varonil rostro y observó al recién llegado. Al parecer le basto con esa mirada, para comprender que realmente no entendía nada de lo que estaba presenciando.
—Muchos piensan que ser un héroe solo consiste en salvar personas de incendios, desastres naturales, asaltos y más cosas —atraído por las palabras de Deus, dejo atrás el ascensor y se acercó un poco más a la mesa—. Pero lo cierto, es que nosotros también tenemos que hacer investigaciones para resolver casos. En ocasiones, son aquellos que la policía ya no quiere, o sencillamente no les interesa resolver. Por ejemplo este, es uno complicado para obtener una prueba y comenzar actuar.
Oliver desvió la mirada hacia las hojas, estiró la mano para coger una, se detuvo a milímetros de la hoja más cercana, temía que no estuviera autorizado para revisar aquellas hojas y que aquello podría meterlo en serios problemas. Era lo que menos deseaba en aquel momento.
—Adelante, puede que entiendas algo que yo estoy dejando pasar —los yemas de sus dedos sintieron el frío contacto de la hoja, una vez obtenida la autorización, lo levantó y le echo una mirada.
Lo que estuviera escrito en aquel papel, era sin dudarlo un idioma del que Oliver no sabía nada. Parecían letras extrañas y escritas de manera vertical, con ese descubrimiento, llego a la conclusión que se trataba de algún documento proveniente de oriente.
—En los años dos mil tres y dos mil siete, cientos de niños desaparecieron de sus hogares. Pasados algunos años, se les encontraba muertos, todos presentaban diferentes heridas, pero todo parecía coincidir que se trataba de las mismas personas que se los arrebatan a sus padres —Una sonrisa triste se dibujó en los labios de Deus—. Lo extraño, es que se ha encontrado el cuerpo de un militar con los mismos cortes. Los forenses le hicieron la autopsia reglamentaria, ¿Y adivina que resultado ha dado?
Oliver se quedó un momento pensativo. Sabía que en esas palabras estaba oculta la respuesta. Rememoro las palabras de Deus, y pronto la respuesta acudió a su mente.
—Uno de los niños desaparecidos y después encontrados muertos —Deus dejo escapar una risita.
—¡Correcto! —anunció con voz estridente—. Según la muestra de ADN, se trata del mismo niño que hace unos años fue declarado muerto. Y ahora, yo estoy intentando comprender que es lo que realmente sucedió con esos niños.
Sin saber la razón, la imagen que acudió a su mente fue su amigo Jay, pero no entendía tan repentina revelación. Desvió la mirada hacia donde la esfera Charles continuaba pasando los rayos rojos por el traje de Splotch.
—Está analizando los residuos dejados por Jay al usar sus habilidades —explicó Deus mientras revisaba más documentos—. Necesita comprender la habilidad, para así poder desarrollar un traje que permita a Jay correr a su máxima capacidad.
Oliver frunció el ceño, al tiempo que una idea surgió como un secreto oscuro muy bien guardado.
—Bueno, si buscas en los expedientes de la Fuerza Policial de Miller, encontraras un traje que un mafioso mando a fabricar para enfrentarse a mí —explicó al recordar al llamado y temido Welch—. Cuando mi mano toco el traje, parte de mi energía fue absorbida. Eso podria ayudarte.
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Choque de Maestros (Crónicas de un Inesperado Héroe II)
MaceraCrónicas de un Inesperado Héroe narra el nacimiento, ascenso y trascurso de varias personas que jamás se imaginaron llegar tan lejos en la vida. La saga se conforma de los siguientes títulos: "Tormenta de Héroes", "Choque de Maestros", "Sueño de Hér...